La semana pasada se supo que, presuntamente, los pequeños que asistían a una guardería de Madrid habían sido maltratados. Los lectores abordan este tema que, a su vez, conduce a la disyuntiva de cuidar del pequeño en casa o llevarlo la guardería, algo que se plantean muchas parejas jóvenes con hijos que aún no están en edad escolar.

Quien no sirva para esto que haga otra cosa

He visto el reportaje de la guardería del horror, donde al parecer se obligaba a los niños a comer sus propios vómitos.

Tengo una niña de un año, y mientras veía el reportaje se me juntaba la indignación con la tristeza, y los pelos se me erizaban como escarpias. Me da rabia, mucha rabia, que haya gente que trate a los niños como si fueran bultos, meros enseres a los que, más que cuidar, aparcan.

Hay gente que no vale para ciertas tareas, sobre todo si para realizarlas se requiere un extra de paciencia y comprensión, por ejemplo en la educación, en la enseñanza, en la atención al cliente... Uno lo tiene que asumir y dedicarse a otra cosa.

Dicen que no había denuncias. ¿Cómo las va a haber? Como padre me siento un completo ignorante sobre cómo tratan a mi hija, que tiene un año, y, si acaso, puedo ver las secuelas físicas; las psicológicas es imposible percibirlas. Y más que ignorante me siento desprotegido, ¿qué hace la Administración para velar por la educación de nuestros hijos? ¿Visitas periódicas? ¿Sólo actúa cuando alguien denuncia? ¿Y si no nos enteramos? ¿Esperamos a que una cuidadora escandalizada levante la voz?

En fin, ya sé que éste es un caso aislado, pero...

Oscar Blázquez

Alguien tuvo que notarlo en la actitud de los niños

Lo siento pero no me creo que los padres no se dieran cuenta de nada. ¿No vieron que sus hijos estaban tristes? ¿No notaron que los niños no querían ir a la guardería? ¿Cómo actuaban los niños cuando veían a las cuidadoras?

En niños muy pequeños es normal no darte cuenta, pero en los de uno o dos años yo creo que se les nota. Tengo una niña de dos años y, aunque no habla, observo cómo reacciona con determinadas personas. Cada mañana veo cómo va corriendo a besar a su seño cuando llegamos a la guardería. Si la trataran mal seguro que no la querría, ¿no?

V.I.R.

Que el castigo sea tan grande como el daño

Soy madre de dos bebés de un año... Lo vi en el telediario y no tuve la fuerza de poder verlo, se me llenaban los ojos de lágrimas al pensar en los niños... Y no por pensar que podrían haber sido los míos, que podrían, sino simplemente por pensar que son niños.

Sólo espero que el castigo obtenido sea equiparable al daño hecho a esos niños.

M.

Lo natural es que un niño esté con su madre

Nos hemos acostumbrado a que lo normal sea que un niño de un año se pase el día con extraños, y esto de normal no tiene nada, es totalmente antinatural.

En casos especiales está bien, no pasa nada y la mayoría de los jardines de infancia son buenos y las personas que están allí son estupendas. Pero tenemos que caer en la cuenta de que un niño de esa edad debería estar con su madre a ser posible; es lo natural.

La sociedad nos vende como naturales situaciones que deberían ser excepcionales, tenemos que reflexionar un poco todos.

A.D.C.

Tengo muy claro que éste es un caso aislado

En primer lugar, quiero dejar claro que, con total seguridad, se trata de un caso aislado. A mi parecer, las guarderías son lugares mucho más seguros para dejar un niño pequeño que tu propia casa con una cuidadora, ya que las casas están llenas de peligro -enchufes, horno, productos de limpieza...- mientras que las guarderías están preparadas para ello. También es verdad que hay babysitters que se apoltronan en el sofá y no le hacen ningún caso al niño.

Salvo en algunos casos de vocación profesional, que respeto profundamente, está claro que cada mujer preferiría cuidar de su hijo, por lo menos durante su primer año de vida. Ahora, no siempre se puede.

M.