La «izquierda transformadora» quiere cambiar el mundo y, dicen, ha llegado su momento. Se quieren desvincular de los partidos con urbanismo corrupto, porque son los «únicos» que no están en la lista, y de los que dan la espalda a la gente. Con Izquierda Unida es posible. Ése es su lema y no se cansan de repetirlo.
Igual que no se cansan de repetir hasta la saciedad que «ya habrá tiempo» de abordar todos y cada uno de los puntos de su programa electoral. Pero el partido no quiso aguardar ni un solo día más para decirle al Grupo Socialista, al que evitó citar, que su voto de alianza no está garantizado.
En el acto de presentación de los candidatos a alcaldes por las elecciones municipales del próximo 27 de mayo, Angel Pérez, candidato a la Alcaldía de Madrid, señaló que su política de alianzas no depende sólo del resultado electoral. Y explicó: «Porque hay otra izquierda que dice: Si tengo mayoría absoluta gobierno solo, pero si me hace falta un voto ahí está IU». Y, frente a esto, les dice: «No os confundáis compañeros de la izquierda. No os confundáis».
Pérez quiso dejar claro que si la política de gobierno es de izquierdas apoyarán la causa, «porque somos la izquierda transformadora».Pero sabe que ese cambio necesita una modificación desde la raíz.Y, que hasta ahora, «no lo ha hecho ni el PP ni el PSOE».
De la boca de los candidatos, y en especial de la de Inés Sabanés, candidata a la presidencia de la Comunidad de Madrid, salieron críticas continuas a los populares. Su manera de gobernar, su trato a algunos temas y su «crispación política sin precedentes».Frente a esto, Sabanés y Pérez hicieron un llamamiento a la movilización «de la izquierda».
La portavoz de IU en el Ayuntamiento aseveró que su partido «no va a tener ninguna ambigüedad en combatir la estrategia del PP».Señaló que luchará «por el fin de la violencia y por la paz».Una forma de marcar la distancia con la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, a quien acusó de formar «una estrategia global que prioriza el conflicto y la confrontación».
Para Sabanés, el Partido Popular se plantea estas elecciones como un «preámbulo» de las generales. Y Pérez señaló que la política de los populares con respecto al diálogo con ETA es «perversa e ilegítima, pero no torpe». Cree que ésta es su manera de «movilizar a los sectores más retardatarios».
Los candidatos centraron su discurso en la lucha contra el «urbanismo depredador» que ahora «está siendo investigado por la Unión Europea».Y lo hicieron porque afirman que ése es el Madrid que entienden los populares, «el Madrid del helicóptero y el Madrid del diseño».Porque dicen que ésa no es la ciudad que quieren gobernar. Su manera de gobierno es «desde la democracia y desde la ciudadanía».
Su debate es el «debate de la gente», y no ocultan que tienen discrepancias internas, pero consideran que esto es parte de la «grandeza política». Reconocer las diferencias y, pese a todo, «empujar en el mismo sentido».
Les preocupa la gente y la «deuda social», que no económica.Por esto, aseguran que hay más de un millón y medio de madrileños que «no tienen ni alcalde ni Gobierno municipal que les amparen porque no se acuerdan de sus problemas». Se refiere a los distritos con menor renta per cápita, «que suponen más de la mitad de la población, por lo que no se puede hablar de marginalidad». Por esto, apuntó que hay «dos realidades diferentes en la ciudad».
Angel Pérez relató los que cree que son los principales problemas que atañen a los ciudadanos: «La vivienda, la educación, la política industrial, la salud, el empleo y las libertades sociales». Pero se lamenta de que se hayan discutido más «los derechos de los territorios que los derechos de las personas». Afirmó que esta gente se está «desesperando» y que ésta es precisamente la «intencionalidad que tiene el PP».
Sabanés defendió «el coraje y la valentía» que les han servido para defender sus propuestas. Considera que su partido «está preparado» para desarrollar un proyecto de ciudad basado en el desarrollo del medio ambiente, en la roturación de los suelos urbanos para la construcción de bloques de viviendas más accesibles a los jóvenes y en los problemas de los ciudadanos.
Entre todos, se definen como un partido «transparente», que «siempre da la cara por lo rojo, lo verde, lo violeta y por la paz». Y con «ganas, vocación y voluntad» para gobernar.