En un valle, entre los dos grandes bloques del sistema central, este pequeño pueblo se consolida como parada previa y casi obligada de montañeros y excursionistas que se dirigen a los puertos de Canencia y Morcuera, y un lugar de retiro para turistas provenientes de la metrópoli. Miraflores de la Sierra es una pequeña población (de poco más de 5.000 habitantes), llena de zonas de recreo, edificios y símbolos tan históricos como su nombre.
La leyenda cuenta que la esposa de Felipe IV fue quien dio nombre a la localidad cuando, fatigada de caminar hacia el Monasterio del Paular, se paró a descansar sobre una meseta y exclamó a su acompañante «¡Mira, flores!». Pero la rica flora que había llamado la atención de la mismísima reina no sólo daba color a las praderas, sino que servía de alimento al numeroso y vigoroso ganado de la zona, que a la postre serviría para hacer de la gastronomía local uno de sus grandes reclamos.
Por eso hoy, en este pequeño pueblo que se encuentra a 49 kilómetros de Madrid, se pueden tomar algunas de las mejores carnes de toda la región. Es muy recomendable (así lo recogen las Guías Michelin y Campsa) dejarse caer por el afamado Asador La Fuente (Calle Mayor, 12), que ofrece una excelente cocina castellana tradicional a un precio medio en carta de 35 euros por persona.
Desde su nacimiento, hace ahora 20 años, no ha cambiado su filosofía y su trayectoria se ha mantenido en lo más alto. Sus secretos: conciliar un entorno acogedor y trato amable con especialidades culinarias como el cordero y el cochinillo, que traen directamente de Arganda, o la carne de buey, el rabo de toro y la gallina en pepitoria.
Estos platos se pueden regar con una amplia variedad de vinos, entre los que destacan los Ribera del Duero, que conservan en su propia bodega. El local abre todos los días menos los lunes, pero sólo viernes, sábados y domingos lo hacen por la noche.También ofrece menús caseros entre diario y para celebraciones.
Otro de los lugares más emblemáticos y céntricos de Miraflores para tomar un buen asado es el Asador Mesón Maito (calle de Calvo Sotelo, 5). Regentado por la familia Lorente Alvaro desde 1941 (que también es dueña de otros locales de la zona), conserva la tradición familiar y el sabor rústico de sus comienzos.
Es un lugar que requiere tiempo, el suficiente para disfrutar sin prisas de un buen lechazo o tostón cocinado en horno de leña de encina, o de la carne de buey, otro de los platos más solicitados, que se hace a la piedra sobre un plato caliente.
La casa también recomienda como especialidades las almejas con setas, los pimientos rellenos de bacalao y el solomillo con foie y setas. La carta de vinos es extensa y los postres, caseros (cuajada, leche frita, ponche segoviano ). El precio medio de la comida es de 30 o 40 euros. El local abre todos los días al mediodía y por la noche.
Además de estos dos grandes asadores, no hay que olvidarse de La Línea (Carretera de Bustarviejo, 15), restaurante de la zona que abrió hace 25 años, ofrece la posibilidad de tomar asados (cochinillo y cordero) los fines de semana, previo encargo. Entre las especialidades del local también están las carnes rojas y el bacalao, elaborado en diferentes recetas. El restaurante sirve todos los días comidas y cenas.
POR MIRAFLORES
Asador La Fuente: Dirección: Mayor, 12. Precio medio: 35 euros. Teléfono: 91 844 42 16 Especialidades: cordero, cochinillo, buey, rabo de toro y gallina en pepitoria
Mesón Maito: Dirección: Calvo Sotelo, 5 Precio medio: 35 euros. Teléfono: 91 844 35 67 Especialidades: cordero, cochinillo, almejas con setas y pimientos rellenos
La Línea: Dirección: Ctra. Bustarviejo, km. 15 Precio: 35 euros Especialidades: bacalao