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 MADRID
Dioses y monstruos
Pon un Nobel en tu vida
ANA CONDA

No quiero ser pesada pero compradme mi libro, coño Dicho esto, debo comentaros que ya estoy haciendo cuentas de la lechera con lo que me voy a ganar con mis memorias. ¿O es que pensabais que era una literata de ésas que no se depilan el bigote? No caris, yo cada vez que me siento frente a un folio en blanco me pongo un vestido rosa maquillaje como el de Pe para que resalte mi tono verde invernal -porque, en esta época del año, una no está blanca, está verde-. Y yo no tengo problemas con la cremallera.No darlings, no. Yo me la pego con No más clavos cola extrafuerte.Y directamente a la costilla flotante. Ojo, qué problemáticas le ha dado a Pe el rollo del vestidito pero, si mirándolo bien, ¡Donatella Versace y John Galliano parecen la misma persona! Y Nacho Duato va por el mismo camino. El otro día me topé zapeando con el valenciano y te digo yo que su cabello pide a gritos una tregua con el combinado de nítrico. Total, que ya estoy dispuesta a conseguir el Nobel de las Letras y en haute couture, porque voy a estar hecha una sílfide gracias al método Caroli de Carla Royo-Villanova. Los trajecitos de chaqueta a media rodilla se los dejo a Marina Castaño y sus zamburiñas. Y, tal y como se lo pasan en Noruega, que esta semana tuvieron una boîte real que eso parecía Sodoma y Gomera, ese premio del fiordo se me hace urgentísimo para, luego, ponerlo en el baño como hace Emma Thompson con sus Oscar. Es que no tengo nada donde colgar la bolsa de perlé del papel higiénico y a mí me encanta imitar a los perritos aquellos del anuncio. Como Isadora Duncan voy yo por el living room con mi estela de celulosa. Espero que no haya ninguna cláusula en ese galardón por el que, una vez conseguido tras una buena extorsión tipo Julián Muñoz, El enfermo imaginario, me lo arrebaten y me vea como Miss Cantabria, desposeída de mi corona por su maternidad (aunque para mí, el motivo real es que tiene la ceja depilada en arco). Imaginaos, por ejemplo, que las usuarias de una talla 56 estamos excluidas del Nobel. O que si llevamos enaguas de nylon, encima, nos pegan una chufa una pareja de vikingos sadomaso. Ummm Pues no me ape el rollo si no voy acompañada de mi Alberto (Ruiz-Gallardón), aunque me ha dicho mi íntima Isabel Longhi que debo tener el corazón más abierto, que Miguel Sebastián es un amor Me lo pensaré. Mientras, prefiero lo de los vikingos. Y si hay que marcar la casilla en letra pequeña con una X, yo la marco con el mismo edding con el que se maquilló Belén Esteban en Tenerife, que aún no me explico cómo no la tienen como a una cobaya en un laberinto de metacrilato.

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