MARIA LUISA TORIBIO
Los dibujantes se han elegido por su capacidad para representar una obra sin necesidad de texto». Así comienza el comisario de la muestra, Eugenio Navarro, a explicar las imágenes que trepan por las paredes de la sala de exposiciones. Y dejando que la vista se prenda en alguna de ellas, que vuele de una a otra, salta a la vista que todos lo han conseguido. En Dibujantes por la igualdad de género, el mensaje llega directo y sin interferencias, sin necesidad de aditamentos e independientemente del idioma que emplee la mente para procesarlo.
Esta colección de dibujos, compuesta por 36 viñetas a todo color, forma parte de la celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, el próximo 8 de marzo. Se integra en una serie de actos organizados por la Consejería de Empleo y Mujer de la Comunidad de Madrid, que se sucederán del 19 de febrero hasta el 25 de marzo bajo el lema de IgualaT, la idea clave de la muestra.
Está por ejemplo el dibujo, que aparece sobre a estas líneas, de una mujer que levanta pesas: la casa a un lado, el trabajo al otro. O el que muestra en secuencias cómo el amor ideal sólo permanece cámara de cine de por medio. O el del símbolo del sexo masculino hecho de muchos, muchos femeninos... También ése, más feliz, en que una mujer lleva en su vientre a un niño mientras que su compañero lleva en un canguro, sobre el suyo, a un bebé...
La elocuencia sin necesidad de idiomas era imprescindible porque firman las viñetas 22 dibujantes oriundos de 16 países, de todos los continentes excepto de Australia, pero sobre todo porque se ha pretendido que el madrileño que se acerque a verlas entienda, sean cuales sean sus orígenes: «Están representados los países que mayor manifestación tienen en España: China, Marruecos, Ecuador, Colombia...», enumera Navarro.
Era, pues, imprescindible hallar creadores hábiles sin letras, y «no todos los dibujantes son capaces de hacer este tipo de viñetas, porque muchos parten de la idea de un texto». Además, dado el carácter del asunto, se ha puesto el acento en que los dibujantes estuvieran «implicados socialmente: que no sólo se dediquen a humor gráfico, sino que tengan este añadido».
Una vez ubicados y requeridos, una instrucción muy clara: «Al artista se le pidió que diese su opinión». Eso sí, con el límite de «no denigrar a ninguna de las partes; que no hubiera violencia en el trabajo, que fuese una denuncia sin agresión».
En pocas palabras, la muestra «es una invitación a la reflexión».Va orientada más a ellos que a ellas; sin embargo, «para la mujer es el reconocimiento de unos artistas que han trabajado por sus derechos y sus reivindicaciones».
Dibujantes por la igualdad de género. Desde hoy y hasta el día 10 en la sala Latinarte (Latina). La muestra visitará después la sala de La Paloma (Centro) y el C.C. Juvenil Villa de Vallecas.Entrada libre.
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