Esto supone la materialización del acuerdo que Renault firmó con los dos principales fabricantes locales, Iran Khodro y Saipa.Cada uno de ellos posee una capacidad de producción de 150.000 unidades anuales del Logan, es decir, 300.000 coches al año en total. La puesta en marcha del acuerdo ha supuesto una inversión de 300 millones de euros, destinada, principalmente, a maquinaria para cada una de las plantas y para los 50 proveedores de componentes persas.

En Irán viven 69 millones de personas y sólo cuenta con 100 vehículos por cada 1.000 habitantes, lo que le da un enorme potencial de crecimiento en lo que al mercado del automóvil se refiere. Es el quinto país del mundo en el que se va a fabricar el Logan, después de Rumanía, sede de Dacia, Marruecos, Colombia y Rusia.

El sexto debe ser Brasil, y a continuación llegará la India, donde Renault tiene como socio a Mahindra, el segundo fabricante local, con el que pretende llegar a producir 160.000 coches al año.

El Logan, se venda con la marca Dacia o con el rombo de Renault, debe ser uno de los motores del crecimiento de la marca francesa, cuyo presidente, Carlos Ghosn, ha marcado como objetivo vender en 2009 hasta 800.000 unidades más que en 2005. Una cifra que prácticamente se podría alcanzar tan sólo con este modelo de bajo coste.

Pero la idea fue una apuesta personal de Louis Schweitzer, el antecesor de Ghosn en la presidencia de Renault. Quiso hacer un coche de 5.000 euros con el objetivo de motorizar a los ciudadanos de los países de economías emergentes. Para ello adquirió Dacia, en Rumanía, para producirlo con el menor coste posible, mientras que encargaba a sus ingenieros que diseñaran un coche moderno que fuera barato de ensamblar.

Al final el Logan, el coche del pueblo del siglo XXI, ha resultado ser un poco más caro de lo inicialmente previsto, unos 6.000 euros para la versión básica, sin impuestos, pero eso no merma ni la calidad de la idea ni el éxito del concepto, que ahora otros pretenden copiar.

Desde que hace dos años se lanzó la primera versión del Dacia Logan, una berlina tricuerpo, se han vendido ya más de 400.000 unidades en 51 países de tres continentes. Pero Renault, acertadamente, no se ha limitado a vender el coche en esos mercados emergentes.Aunque inicialmente no estaba previsto, decidió introducirlo también en Europa occidental.

Al final, el 30% de la producción del Logan en la planta de Rumanía -que en 2006 alcanzó las 190.000 unidades- se destina a estos mercados, donde ha alcanzado un importante nivel de ventas el pasado año con 20.000 unidades en Francia, 7.000 en Alemania y 6.000 en España.

Lo más curioso es que muchos compradores se sienten tentados por su bajo precio, pero finalmente incluyen todos los extras y el precio total del coche llega a rozar los 10.000 euros. En España el pasado año se vendieron sólo 100 unidades con el equipamiento básico, el 1,5% del total.

Logan es una familia en crecimiento. Al modelo inicial, se acaba de incorporar un familiar concebido para un uso polivalente, tanto para pasajeros como vehículo de carga por su amplio maletero.Este modelo, denominado Break y que se acaba de comercializar, tendrá una versión furgoneta que se presenta mañana en el Salón de Ginebra. El objetivo es que la familia Logan cuente con otros tres nuevos modelos en los próximos dos años.

En los últimos seis meses de 2005, primer año de comercialización del Logan, se vendieron en España 1.600 unidades. En 2006 la cifra se elevó a casi 7.000, pese a que el motor diésel no se empezó a vender hasta el segundo trimestre del año.

Según avanzó Alberto Pérez, nuevo responsable de Dacia en España, las estimaciones para 2007 son alcanzar las 10.000 unidades, un 54% más que el año anterior, impulsadas por el lanzamiento de la versión Break, cuyo precio de salida son 10.750 euros, mientras que el precio de la versión básica de la berlina Logan es de 7.800 euros. Para 2008, las previsiones son duplicar la cifra de ventas de este ejercicio.