BARCELONA.-
Antonio B. H., el joven barcelonés acusado de asesinar a su madre al asestarle 68 puñaladas y arrojarla por la ventana, aseguró ayer que estaba bajo los efectos de las drogas y que sólo recuerda «algunos flashes de luz».
El juicio contra el procesado empezó ayer en la Audiencia de Barcelona y la abogada del joven, que tenía 30 años en el momento de los hechos, el 21 de enero de 2005, pide su absolución por entender que actuó con las facultades «completamente anuladas».
El fiscal, Jose Antonio Vicente, apuntó que el consumo de estupefacientes sólo afectó levemente a su capacidad, por lo que «era consciente y sabía lo que hacía», informa Efe. Por ello, la acusación pública pide para el joven 25 años de cárcel por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento.
El procesado, que se define como una persona «tranquila y muy calmada», mostró en el transcurso del juicio una actitud totalmente diferente a la que presentó en el momento de su detención. Cuando el acusado fue arrestado por los Mossos d'Esquadra, se mostró excesivamente violento, según la Fiscalía, llegando incluso a romper los cristales de un vehículo policial y a resistirse a la detención.
La semana del crimen, Antonio B.H. gastó 2.800 euros, obtenidos de sus hermanos gracias a la renuncia de una herencia, en unos 50 gramos de cocaína. El procesado era consumidor de droga desde los 14 años, y aseguró que la ingería por «desesperación personal», ya que «tenía problemas psicológicos y estaba muy hundido».
|