MARIA RAMIREZ / Corresponsal
BRUSELAS.-
El único objetivo puramente español de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE del jueves y el viernes es la recurrente demanda para lograr la interconexión eléctrica con Francia. El primer compromiso, reafirmado ayer, es lograr la conexión transfronteriza entre los dos países de un 10% de la electricidad antes de 2010.
Mientras alemanes y franceses discutirán sobre el cambio climático o la energía nuclear -los platos fuertes de la reunión-, España apostará, por su lado, por convencer al Gobierno galo de que se deben establecer etapas claras para construir las líneas de alta tensión en los próximos años bajo la supervisión de un coordinador independiente, como apoya la Comisión Europea.
De momento, Francia ya aceptó ayer la hoja de ruta para que la interconexión a través de Sentmenat se ponga en marcha, según confirmó el secretario de Estado para la UE, Alberto Navarro, quien también reconoció que este objetivo «no es una novedad», puesto que ya se acordó en 2002 y sigue sin ser respetado.
Dentro de la política energética, los Veintisiete, muy preocupados ahora por la seguridad energética comunitaria, respaldan la creación de conexiones clave para garantizar el futuro del suministro externo e interno de la UE. Las cuatro «de carácter prioritario» son una red entre Alemania, Polonia y Lituania, el gaseoducto Nabucco en Asia Central, una red nórdica entre la energía eólica y la marina y la interconexión hispano-francesa.
En cualquier caso, la candidata socialista a las próximas elecciones presidenciales francesas, Ségolène Royal, se ha comprometido a poner a cero el proyecto de interconexión de la línea de Muy Alta Tensión entre España y Francia, y a llevar a cabo un estudio imparcial que demuestre la utilidad o no de esta infraestructura si gana las elecciones.
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