Si Valdés, Puyol y compañía pudieran hablar con él a lo largo del día de hoy, sin duda saldrían al campo convencidos de que Anfield no es un escenario temible, sino una plaza grande que no hará otra cosa que dar más lustre a la victoria azulgrana de esta noche. Para Migueli, no hay duda posible: el Barça lo tiene todo en su mano para pasar ronda y meterse en los cuartos de final de la Liga de Campeones.

«Creo que en el fútbol se han logrado cosas mucho más difíciles», aseguraba ayer mismo el ex futbolista a EL MUNDO. «En mi época de jugador, levantamos en el Camp Nou marcadores adversos de 3-0 contra el Andrelecht y el Goteborg», señala.

La memoria no le falla. Así ocurrió en la temporada 78-79, cuando el Camp Nou asistió a una remontada para el recuerdo contra el equipo belga, cuando los goles de Krankl, Heredia y Zubiría y la tanda de penaltis certificaran el pase de los azulgrana, que acabarían ganando aquella Recopa en Basilea. Idéntico guión se dio en la temporada 85-86, cuando una noche mágica de Pichi Alonso, que logró los tres goles, llevó al equipo a la final tras el paso por la tanda de penaltis.

A Tarzán Migueli no se le escapa que aquellas gestas se lograron con el Camp Nou entregado, no en un ambiente hostil como el que mañana se espera en Anfield. «A veces el hecho de jugar de local no es tan importante. A nosotros nos eliminó el Metz, al que habíamos ganado en Francia por 2-4, ganándonos en el Camp Nou por 1-4», rememora. «Lo más importante es que los jugadores salgan convencidos de que pueden pasar, de que pueden dar la campanada.Si creemos, pasamos», asegura Migueli.

Esperanza

«La esperanza es lo último que se pierde, con la calidad que tiene el Barça puede ganar perfectamente», añade. El ex jugador vio el partido de ida en la tribuna del Camp Nou y no quedó impresionado por el nivel del Liverpool de Rafa Benítez. «No es tan buen equipo.En la ida jugaron a defenderse, a esperar una ocasión, pero en mi opinión el Barcelona es mucho más equipo», apuntó Migueli.

«Los primeros 20 minutos, el Barça jugó muy bien, pero luego, de repente, tuvieron miedo a que el Liverpool pudiera empatar.Ese miedo fue el gran error», asegura Migueli. «La clave del partido estará en que el equipo tenga confianza en que va a ganar, en que salga al campo creyendo en la victoria», concluye.

Durante su dilatada carrera, hasta en nueve ocasiones jugó Migueli en los fogosos estadios ingleses, de los que guarda un buen recuerdo.«En nuestra época se vivía muchísimo el fútbol, sobre todo porque las vallas estaban pegadas al campo. A los jugadores de más carácter eso siempre nos ha encantado, y creo que eso va a ser beneficioso para el equipo mañana [por hoy]», dice.

«Conociendo a este equipo, no creo que se acojonen. Son gente muy acostumbrada a jugar en ambientes muy fuertes y grandes partidos.Lo que tienen que hacer es estar metidos en el partido desde el primer momento, no dar un balón por perdido y estar muy encima del Liverpool», aconseja. «Hay que ser valiente, y cuando se pierde un balón, pedir el siguiente», añade.

Para Migueli, la presencia de Crouch, Kuijt o Bellamy en el ataque inglés es poco más que una anécdota: «Da igual que sean altos, bajos o medianos. Lo único que se puede hacer es estar muy metido en el partido y tener fe».

Los precedentes europeos del Barça jugando fuera de casa y con la necesidad de remontar no son alentadores. El Barça se ha encontrado con una derrota casera en la ida de la eliminatoria en nueve ocasiones desde que juega competiciones europeas. La primera vez ocurrió en la temporada 64-65, cuando la Fiorentina ganó en el Camp Nou por 0-1 antes de perder en Florencia por 0-2.

Un año después, en la final de la Copa de Ferias ante el Zaragoza el Barcelona remontó el 0-1 de la ida con un espectacular 2-4.Después de aquello, hasta en siete ocasiones se ha impuesto la lógica, quedando el Barça eliminado como visitante tras haber sido derrotado en el Camp Nou. Los verdugos fueron el Dundee United (1966-1967), el Inter (1969-1970), la Juventus (1970-1971), el Steaua de Bucarest (1971-1972), el Valencia (1979-1980) y el Real Madrid (2001-2003). Nunca, además, el Barça consiguió sobreponerse a un 1-2.

Tampoco en la única ocasión en que Migueli visitó Anfield: fue en la temporada 1975-1976 y el empate del Barça en Liverpool no sirvió para levantar la losa de la ida, cuando un gol de Toshack derrotó al equipo azulgrana. Tal vez el error fue que aquel Barça no creyó en sí mismo.