Ahora, 125 de esos cuadros, en los que se puede admirar el rostro de aquella reina sensible al arte y los de la mayoría de sus antecesores en la corte, se encuentran Bilbao gracias al programa Prado Itinerante.

Repartidos en dos muestras que por primera vez se exponen juntas en una misma ciudad, los fondos abarcan lo esencial de la tradición retratista del país entre los siglos XVI y XIX.

Bautizadas bajo el nombre genérico de El retrato español en El Prado, ambas están patrocinadas por la Fundación BBK e incluyen obras difícilmente accesibles al gran público por encontrarse depositadas en el almacén del Prado o en embajadas, sedes oficiales y museos provinciales.

La muestra titulada De Goya a Sorolla, dedicada a la evolución del género a lo largo del siglo XIX, se estrena en el Aula de Cultura que la caja vizcaína posee en la calle Elcano.

Compuesta por 63 obras, tras dejar Bilbao podrá verse a partir de junio en Valencia, para viajar posteriormente a Salamanca, Toledo y Santiago de Compostela.

Pero las obras más antiguas se podrán ver en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, que acoge la muestra Del Greco a Goya.

Compuesta por 62 pinturas, la exposición conforma una completa visión del desarrollo del género en España: desde sus orígenes hasta los umbrales de la Edad Contemporánea.

La exposición, en la que tienen cabida obras tan fundamentales como Un caballero, de El Greco; Felipe IV, de Velázquez, Nicolás Omazur, de Murillo, y hasta seis retratos de Goya, ha sido vista ya por 225.000 personas en su recorrido por Santiago de Compostela, Salamanca, Toledo y Alicante. Tras su visita a Bilbao, viajará también a Valencia.

Introducido en España por Isabel La Católica, que utilizaba estas fotografías de época para emparentar a sus vástagos con las principales casas reales europeas, nada en el retrato es casual.

«Detalles aparentemente triviales, como llevarse la mano a la espada o sujetar con fuerza unas bridas eran símbolos de autoridad y servían para afianzar la figura de la persona retratada», explica Leticia Ruiz, comisaria de la muestra Del Greco a Goya.

«El retrato comenzó siendo considerado un género segundón», comenta Leticia Ruiz, «pero poco a poco fue ganando en prestigio, no en vano para plasmar la imagen que cada monarca quería transmitir sólo se llamaba a los mejores».

Con el devenir de los siglos, el género no sólo reflejaría el estatus y los valores de una época, sino incluso la personalidad del retratado, abriéndose a una galería más amplia de personajes.

«Del Greco a Goya y De Goya a Sorolla no sólo suponen una oportunidad única de observar la evolución del retrato a lo largo de cuatro siglos», explica el director del Museo de Bellas Artes, Javier Viar, «sino también de contemplar los cambios políticos, ideológicos y estéticos, que quedan plasmados en estas obras».

Aprovechando la gran capacidad de síntesis de este género, el área de Educación del museo madrileño ofrecerá en Bilbao el programa El Prado en el aula.

Dicha iniciativa pretende acercar a los alumnos vizcaínos la evolución de la historia, la literatura, los modelos de familia o el papel de la mujer a través de visitas guiadas a ambas exposiciones. El apartado didáctico se completa con la iniciativa El Prado fuera del Prado, a través de la cual se ofrecerán conferencias sobre la evolución del retrato y la sociedad que refleja en diversas localidades del País Vasco.

Leticia Ruiz, jefa del departamento de Pintura Española de la pinacoteca madrileña además de comisaria de Del Greco a Goya, será la encargada de ofrecer una conferencia el día 21 en el auditorio del Museo de Bellas Artes sobre este mismo tema.

Y el día 28 será el turno de su compañero Javier Barón, jefe del departamento de Pintura y Escultura del siglo XIX del museo del Prado y comisario de la muestra De Goya a Sorolla.

Pero ambas muestras no se quedan en los pintores reseñados, sino que la iniciativa incluye también buen número de obras de autores como El Greco, Luca Giordano, Mengs, o de los menos conocidos para el gran público, Juan Pantoja, Luis de Morales, Sánchez Coello, Juan Bautista Maino o Juan Carreño de Miranda, entre otros.

El paso de De Goya a Sorolla y Del Greco a Goya por Bilbao constituye uno de los hitos culturales de la temporada en la capital vizcaína, y sucede sólo unos días antes de que se abran en el Museo Guggenheim (muy próximo al de Bellas Artes) las dedicadas a Pablo Palazuelo (del próximo día 14 al 3 de junio) y a Anselm Kiefer (del 28 de este mes al 3 de septiembre). Pero mientras, hasta entonces, Goya y Sorolla reinan en Bilbao.