«Nos llega de orgullo esta declaración, porque el itinerario va a permanecer en el tiempo independientemente del signo político de los gobiernos. El Quijote sigue y va a seguir vivo después de las celebraciones del centenario. Siempre hemos querido celebrar el libro de Cervantes y conmemorar una tierra, La Mancha, que, a diferencia del Macondo de García Márquez, no es un lugar imaginario. Se puede conocer, se puede visitar y seguir en el siglo XXI los pasos de la pareja más universal de la literatura», manifestó ayer José María Barreda en conversación telefónica con EL MUNDO. «Lo que ofrecemos con la ruta es un camino fantástico, una experiencia literaria».

Con un presupuesto de 40 millones de euros procedentes de la comunidad autónoma, y hasta 148 municipios castellanomanchegos que conforman su recorrido, la Ruta del Quijote ha permitido recuperar 2.500 kilómetros de veredas, caminos y cañadas reales y se ha conseguido el corredor ecoturístico y cultural más grande de Europa.

El presidente Barreda aludió a parajes tan emblemáticos como el Cerro Calderico, en la localidad toledana de Consuegra, o las Lagunas de Ruidera y los molinos de viento que Don Quijote confundiera con gigantes en Campo de Criptana, localidad de Ciudad Real en la que la Junta ha decidido anunciar el reconocimiento del Consejo de Europa: «Lo podríamos haber hecho en cualquier otro sitio de Castilla-La Mancha, pero había que elegir uno, y Campo de Criptana, con su sierra de los Molinos, simboliza uno de los episodios más célebres del Quijote. Además, tiene un ayuntamiento de signo político distinto al del Gobierno autonómico, con lo que hemos querido dejar claro que el Quijote es de todos, que estamos juntos en esto».

Barreda señaló también que son muchos los municipios manchegos que reivindican la patria chica de Don Quijote, al haber dejado Cervantes abierta la puerta de las elucubraciones con su célebre frase de «En un lugar de La Mancha...»: «Hay muchos pueblos que se pelean...».

El reconocimiento de la Ruta del Quijote se quiere complementar con el proyecto, ya presentado, para conseguir el título de Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad por parte de la Unesco.