Directores: David del Puerto, Samuel Barber y Rachmaninov. / Intérpretes: Miguel Borrego (violín), Svetlana Bassova (soprano), Eduardo Sandoval (tenor), Isidro Anaya (barítono), Coro y Orquesta de RTVE. / Director: Dmitri Loos. / Escenario: Teatro Monumental. / Fecha: 1 de marzo.

Calificación: **

MADRID.- En el año 1913, estrenó Rachmaninov su sinfonía coral Las campanas sobre textos de Edgard Allan Poe, una obra que resume todas sus virtudes y defectos: inventiva melódica, capacidad expresiva y excelente manejo orquestal frente a momentos banales y una cierta dispersión formal. El maestro ruso Dmitri Loos siente y conoce la obra a fondo y los miembros del Coro y Orquesta de RTVE cantaron y tocaron muy bien pero parecieron a ratos no encontrase muy cómodos. La versión fue encomiable con algunos desencuentros puntuales. El más clamoroso una entrada falsa de la soprano solista, Svetlana Bassova, que por lo demás cumplió como lo hicieron Eduardo Sandoval e Isidro Anaya.

El americano Samuel Barber firmó su Concierto para violín op.14 en 1941. Obra hecha sobre la falsilla de los conciertos románticos, está bien realizada y tiene un melodismo amable con cierto aire cinematográfico y un transcurso levemente tedioso. Se justifica si se toca esplendorosamente y eso es lo que ocurrió con la soberbia actuación de Miguel Borrego, uno de los mejores violinistas españoles, que ofreció toda una lección de perfección técnica, hondura interpretativa y musicalidad a prueba de todo. El maestro Dmitir Loos le realizó un acompañamiento discreto en el que no todo fue acuerdo pero procuró no molestar.

Novedad en Madrid era la Sinfonía nº1, Boreas del madrileño David del Puerto (1964) estrenada hace dos años en el Festival de Canarias. La referencia del título al viento del norte debe entenderse más como una metáfora que en un sentido descriptivo o evocativo. Del Puerto plantea una obra amplia y ambiciosa en cuatro movimientos no lejanos de los tradicionales en las sinfonías. Su preocupación principal, que cumple con plenitud, es demostrar su dominio de la gran forma y en ese sentido los aspectos estructurales son los que priman en la obra muy por encima de los lingüísticos.

El inicial Nocturno y tema de fantasía centra el discurso formal para hacerse rítmico en el Scherzo, apuntar a la expresión en el Intermezzo y volver a la gran construcción en el Passacaglia.

El maestro Loos se había estudiado la obra y le dedicó esfuerzo junto a los profesores de la orquesta de RTVE. Puede profundizarla más y, sobre todo, hacerla con más refinamiento, pero la versión vale para conocer bien la obra y permite asimilarla y juzgarla. Al fin y al cabo, es una obra ambiciosa de un compositor español que ya dejó de ser promesa y es plena realidad.