En la actualidad, el Impuesto sobre las Ventas Minoristas de Determinados Hidrocarburos está en vigor en Madrid, Asturias, Galicia, Cataluña, Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha, con cuantías que difieren según los casos.

El artículo publicado por Funcas advierte de que existen «diversos factores» que llevan a pensar que, en los próximos años, otras autonomías seguirán este camino.

Entre esas causas se incluye la subida de tipos impositivos en los tributos indirectos, que constituye, se precisa, «la principal vía de corresponsabilidad fiscal que ofrece el modelo de financiación vigente». También se alude a la necesidad de las haciendas autonómicas de financiar los «gastos crecientes derivados de la cesión de las competencias en materia sanitaria».

Para Funcas, informa Servimedia, la desaparición en 2005 de la denominada «garantía sanitaria», con la que se compensaba desde el Estado a las regiones, «incentivará la búsqueda de recursos adicionales con los que compensar la pérdida de esta transferencia estatal».

Margen de maniobra

«Por último», dice la Fundación de las Cajas de Ahorros, «es necesario señalar que España es actualmente uno de los estados miembros de la UE con un menor nivel de fiscalidad sobre los carburantes, por lo que las haciendas autonómicas disponen de cierto margen de maniobra para aumentar los impuestos sobre los mismos».

«El céntimo sanitario», se precisa, «se descompone en un tramo estatal de 2,4 céntimos de euro y uno autonómico que, en la actualidad, puede llegar a los 4,8 céntimos.

La realidad, sin embargo, es que ninguna de las seis autonomías que han aplicado hasta la fecha esta figura impositiva han agotado el margen. En Madrid, que fue la pionera, su cuantía es de 1,7 céntimos; en Asturias de dos; en Galicia de 1,2; en Cataluña y Castilla-La Mancha llega a los 2,4, y en la Comunidad Valenciana es de 1,2.

El informe de Funcas constata que en las regiones en que se aplica el «céntimo sanitario» los combustibles tienen un precio final más alto, es decir, que la mayor fiscalidad decretada por los gobiernos regionales ha sido trasladada por las petroleras a los consumidores. En concreto, analiza qué nivel de precios había el mes anterior a la entrada en vigor de este gravamen y el preciso que se registró en el siguiente. «Podemos afirmar», concluye Funcas, «que la aplicación del tramo autonómico en el periodo transcurrido desde su creación se ha traducido en un crecimiento del precio de los carburantes».

Las cajas analizan también cuál fue el crecimiento de las distintas comunidades autónomas durante el pasado año. El estudio concluye que Madrid fue la región que más creció en 2006, con una tasa del 4,55%, y Canarias la que registró un menor crecimiento, con un aumento del 3,66%.

En parámetros nacionales, Funcas estima que España creció un 4,20%, superando el 2,6% del conjunto de la UE-15 y de países como Alemania (2,4%), Francia (2,2%) o Italia, que experimento un incremento del 1,7%.

Según las cajas, por encima de la media española crecieron, además de Madrid, las comunidades de Murcia (4,41%), Andalucía (4,39%), Extremadura (4,31%), Castilla-La Mancha (4,29%), País Vasco (4,29%) y la Comunidad Valenciana (4,20%).

Las otras 10 autonomías, aunque también registraron una evolución positiva, se situaron por debajo del crecimiento medio. Concretamente, Cantabria (4,14%), Galicia (4,10%), Cataluña (4,05%), Castilla y León (4,04%), Navarra (3,94%), Asturias (3,85%), Aragón (3,81%), La Rioja (3,74%), Baleares (3,72%) y Canarias (3,66%).

El estudio también hace una valoración específica del crecimiento económico de las autonomías durante el sexenio 2000-2006, en el que la media de crecimiento anual se situó en el 3,21%. Durante estos seis años, la comunidad que más ha crecido ha sido Murcia, con un incremento del PIB del 4,14% de media anual, frente al 2,52% de Asturias.

A la vista de estos datos, Funcas subraya que todas las comunidades experimentaron en el citado periodo un crecimiento positivo continuado, lo que pone de manifiesto, en su opinión, que las regiones españolas «han aprendido a crecer».

Funcas precisa que entre 2000 y 2006 Murcia (4,14%), Andalucía (3,60%), Comunidad Valenciana (3,32%) y Canarias (3,27%) han crecido por encima de la media. Por su parte, Castilla-La Mancha (2,84%), Castilla y León (2,82%), Galicia (2,69%), Asturias (2,52%) y, en menor medida Extremadura (3,15%), han crecido por debajo de la media.

Respecto a la convergencia real con Europa (renta por habitante y poder de compra), la media española se situó a finales de 2006 en el 93,93% en el contexto de la UE-15, lo que coloca a España en la zona intermedia de desarrollo de los países europeos. Respecto a la UE-25 se situó en el 98,7%, mientras que si la estadística alude a la UE-27, el nivel de convergencia ronda el 100%.

Sin embargo, el estudio de Funcas alerta de que el índice de convergencia de España con la UE-15 disminuyó en 2006 pese al mayor incremento del PIB registrado en nuestro país. Esto indica que el mayor aumento de la población española respecto a la UE como consecuencia de la inmigración ha mermado el avance del proceso de convergencia en términos de PIB per capita.