«UNA COSA ES UNA INTRODUCCION...»
El inspector jefe de la UCIE estuvo a punto de convertir su testimonio en una conferencia sobre los orígenes del terrorismo islamista en los años 90. Dado que la fiscal Olga Sánchez no fue demasiado incisiva para que el testigo concretase sus respuestas, fue el presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, el que le requirió para que fuese más conciso. «Una cosa es una introducción, y otra cómo se forma el Grupo Islámico Combatiente Marroquí. La prueba testifical versa sobre la investigación, no sobre el análisis de un documento», le dijo.
Y ni por ésas. Hasta cuatro veces se dirigió el magistrado al testigo y a la representante de la acusación pública -que también aburrió con sus largas exposiciones- para que abandonasen el terreno de las interminables construcciones abstractas y se ciñesen a los hechos. Finalmente, Gómez Bermúdez ordenó un receso de 10 minutos para que la fiscal reordenase sus preguntas.
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El tedioso ritmo en el que se desarrolló la sesión de ayer provocó que muchos de los asistentes ofreciesen ostensibles muestras de desinterés. Algunos abogados ni siquiera se presentaron para poder atender otros casos. De entre los que sí acudieron, varios dejaron de prestar atención al inspector de la UCIE que testificó por la mañana y prefirieron repasar la prensa del día. Este comportamiento mereció una seria reprimenda del presidente del tribunal, que intervino para pedir a los letrados, en tono severo, que mantuviesen «el mínimo decoro exigible en el estrado» y que no leyesen «el periódico».
Ayer fue más frecuente de lo ya habitual escuchar a Gómez Bermúdez pronunciar una de las frases más expresivas de la manera en que está llevando este proceso: «Señor letrado, a esa pregunta no ha lugar por impertinente». Especialmente cortante fue con José Luis Abascal, abogado de Zougam y Ghalyoun, cuando preguntó por una supuesta «unidad de Euskal Herria en Irak».
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