Luis del Pino
Detenciones. Hoy declaraban el instructor y secretario de algunas diligencias de investigación del 11-M. Mientras se han mantenido en el terreno de lo abstracto, durante el interrogatorio de la Fiscalía, las cosas han ido bien. Pero en el momento de descender a lo concreto, cuando defensas y acusaciones han empezado a interrogar, la declaración ha comenzado a hacer aguas. El abogado de Brahim Moussaten ha dirigido una batería de preguntas al primero de los funcionarios policiales, que ha sido incapaz de explicar por qué se detuvo a los padres de los hermanos Moussaten. Después de meterlos en la cárcel e incomunicarlos, al final quedaron en libertad, sin ni siquiera haber sido llamados como testigos a este juicio. La pregunta del defensor era, por tanto, previsible: ¿detuvieron ustedes, sin ningún motivo, a los padres de los hermanos Moussaten, con el único fin de presionar a éstos? El funcionario policial no ha sabido por dónde salir. ¿Cuántas de las 116 detenciones realizadas durante la instrucción del sumario se produjeron de manera tan arbitraria como la de los padres de los Moussaten? ¿Cuántas estaban destinadas, exclusivamente, a garantizarse la colaboración de algún otro detenido?
SMS. El detalle más chusco se ha producido cuando el mismo abogado le ha preguntado al inspector por un SMS que, según la Policía, habría sido enviado el 7/4/2004 y que incriminaría a su defendido, por haberse mandado cuatro días después de la explosión de Leganés. Ese SMS se usó para justificar una serie de intervenciones telefónicas. Meses después, la Policía envió un nuevo informe a Del Olmo diciéndole que, en realidad, el SMS se había enviado el 7 de enero, no de abril (lo que eliminaría cualquier relación con los sucesos de Leganés). De nuevo, el inspector no ha sabido dar ninguna explicación. ¿Cuántos otros datos telefónicos erróneos se han utilizado a lo largo de la instrucción para justificar imputaciones insostenibles?
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