E.M.
La madre del joven fallecido en Villaverde Manuel González Carmona, «Manu», pidió ayer a la juez hablar con el presunto homicida de su hijo, un dominicano de 21 años, quien en su declaración del pasado viernes reconoció que apuñaló a la víctima «de manera instintiva y defensiva».
María José le hizo esta petición en los pasillos de la audiencia, cuando, en un receso de la vista, la juez, Manuela Carmena, se acercó a ella y a su marido para interesarse por ambos.
La madre de Manu declaró posteriormente a Efe que cuando acabara el juicio quería hablar con el presunto homicida, Jose Manuel M., para que le explicara los motivos que le habían llevado a matar a su hijo el 2 de mayo de 2005 en un parque de Villaverde.
En la sesión de ayer declararon dos vecinos testigos de los hechos desde los balcones de sus casas, así como los agentes que participaron en la investigación y en los interrogatorios.
De las declaraciones de todos ellos se desprende que la navaja o cuchillo con la que Manu fue apuñalado no ha aparecido por ninguna parte, y que el presunto homicida fue detenido en una «entrega pactada» después de que la madre del mismo declarara. Según uno de los agentes que participó en el interrogatorio, cuando el acusado se entregó y acudió a declarar dijo que «era una persona adulta y que como tal lo tenía que pagar».
Pero en un primer momento y cuando el hijo todavía estaba huido, su madre le dijo a la Policía que éste estaba huido y que antes de irse le había dicho que no se quería entregar «porque tenía miedo de ir a la cárcel».
Los agentes policiales explicaron también que en una primera ronda de fotos, el dominicano identificado por los testigos como autor de los hechos resultó ser el tío del acusado, quien señalaron se parece mucho al agresor.
El tío ya no vivía en la dirección que tenía la Policía de él, pero sí una hermana del agresor y su madre, quien finalmente terminó declarando lo que sabía y fue la que dijo que el tío ya no vivía allí desde hacía un año. Los dos vecinos que presenciaron la pelea desde sus respectivos balcones coinciden en señalar que todo fue muy rápido y que no llegaron a golpearse con los puños. Los dos dicen que no vieron la navaja, aunque uno de ellos asegura que vio algo brillante en la mano del acusado. Uno de ellos incluso afirmó que oyó a la víctima decir: «Así no, así no», cuando fue apuñalado.
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