E. M.
Hubo nervios, alguna legaña rebelde y todas las ganas del mundo de agradar, de convencer a través de una acrobacia en el aire, de una revolución de piernas, de una sonrisa. Ayer, a las nueve de la mañana, dio comienzo la primera ronda de audiciones para elegir el elenco de la adaptación al musical de la película Dirty Dancing.
El espectáculo, que llegará el próximo año al Broadway madrileño, citó en primer lugar a las aspirantes a bailarinas, todas con vestuario para la ocasión (falda y zapatos de baile de tacón). El escenario del casting fue el Teatro Coliseum (Gran Vía, 78). Allí mismo tienen lugar hoy y mañana, también en horario de mañana, las dos sesiones restantes: las pruebas de selección de bailarines, actores y cantantes. Todas se celebran a puerta cerrada en el mencionado recinto -donde en la actualidad se representa Los productores- y se enmarcan en la fase preliminar de un largo proceso de producción.
La agencia Stage Entertainment, encargada de poner en marcha el montaje, busca a bailarines/as con experiencia en baile de salón, latino o jazz, a actores (canto no imprescindible) y a cantantes de todo tipo. Mientras que para estos últimos no hay límite de edad, los componentes del cuerpo de baile han de tener entre 18 y 40 años, y los actores entre 18 y 70 años.
Quienes quieran acceder a la convocatoria deben saber que es imprescindible presentar un currículo actualizado con una fotografía reciente, acudir con la vestimenta adecuada y ser capaz de interpretar una canción de los años 60, aportando partitura para piano (nada de temas procedentes de otros musicales, especifica la organización).
Stage Entertainment puntualiza, a su vez, que no se aceptarán ni se tendrán en cuenta currículos remitidos con anterioridad al día de celebración de las pruebas (más información en el teléfono 91 523 82 36).
La película Dirty Dancing conquistó las pantallas de todo el mundo en la década de los 80 gracias a la actuación estelar de Patrick Swayze y Jennifer Grey. La acción se desarrolla en la turística localidad de Kellerman, en EEUU, durante el cálido verano de 1963, cuando una adolescente descubre el mundo del baile (Baby Houseman/Jennifer Grey) y se enamora de su monitor (Johnny Castle/Patrick Swayze). La cinta, que aúna elementos de romance y drama, obtuvo en 1987 el Oscar a la Mejor Canción por la célebre The time of my life.
El musical Dirty Dancing se ha representado con un rotundo éxito en el Aldwych Theatre londinense y en Broadway (coincidiendo con el 20 aniversario del estreno del filme). En 2004 llegó a la cartelera Dirty Dancing 2, mucho menos aclamada que la original.
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