Pocos son los que viven en este pequeño pueblo del Valle Alto del Lozoya (unas 1.500 personas), pero este lugar de la Sierra de Guadarrama es uno de los más apreciados de la región por su entorno natural y la riqueza de su fauna, entre la que se encuentran corzos, jabalíes, el amenazado buitre negro y la trucha del coto Angostura, catalogada como la de más calidad de España.
Rodeado de numerosos arroyos y torrenteras, los espesos bosques de robles y pinares y la vegetación silvestre del entorno de Rascafría se funden con las casas rurales, dependencias agropecuarias y construcciones religiosas como San Andrés Apóstol o el Monasterio de El Paular, amen de otras civiles, también de gran valor histórico.
Pero, además de estos tesoros, los habitantes de la localidad han sabido mantener, sin muchos aditivos, sus tradicionales fiestas populares y una gastronomía que se nutre de los excelentes productos de la tierra. Las setas en otoño, la caza en invierno, las verduras en verano y los judiones y la carne de Rascafría durante todo el año llenan los platos de los restaurantes con más solera del pueblo y son objeto de jornadas gastronómicas.
En octubre y noviembre, La Fanega de San Roque (Avenida del Paular, 19) realiza su particular homenaje a las setas y a la caza, aunque durante todo el año sirve excelentes asados, aderezados, dorados y aromatizados con leña de roble. También ofrece todo tipo de carnes hechas a la plancha, como chuletón, entrecot o chuletas de cordero, así como lomo de jabalí o ciervo. El restaurante, un edificio de principios del siglo pasado, abre todos los días a mediodía menos los martes, y los viernes y sábados lo hace también por la noche.
En la misma calle que el local anterior (Avenida del Paular, 7) se encuentra La Antigua Tahona, una remodelada panadería de ambiente acogedor que sirve cordero, cochinillo o cabrito asado en horno de leña, carnes a la parrilla y otras especialidades italianas. El restaurante cuenta con una variada carta de vinos y otros platos como la sopa castellana o los judiones con matanza. Sirve comidas y cenas todos los días excepto los lunes.
Otro de los lugares de peregrinación para los numerosos turistas rurales de fin de semana que acuden a Rascafría es el Asador La Abuela (Calle de Abelardo Gallego, 10), ideal para recuperar fuerzas tras una incursión matinal en el parque natural de Peñalara. El asador, que abre sábados y domingos al mediodía, ofrece la posibilidad de comer un excelente lechazo o tostón en horno de leña, carnes de la comarca y postres caseros.
En el entorno privilegiado del Paraje de la Isla (Carretera de cotos, kilómetro 31) se ubican otros dos restaurantes donde poder degustar las carnes de la sierra. Los Claveles, pese a caracterizarse por la creatividad en su cocina, incluye en su carta el tradicional cochinillo asado o frito y lomo de jabalí. También Pinosagua, junto al anterior, ofrece los fines de semana cordero, cabrito y cochinillo por encargo.
RASCAFRIA
La Antigua Tahona: Avda. del Paular, 7. Precio: 25-30 euros. Tfno: 91 869 17 56. Especialidades: Cordero, cochinillo, cabrito, carnes a la parrilla, pasta y pizza.
Asador La Abuela: Abelardo Gallego, 10. Precio: 30 euros. Tfno: 91 869 11 45. Especialidades: Cordero, cochinillo, carnes de la sierra y judiones.
Fanega de San Roque: Avda. del Paular, 19. Precio: 25 euros. Tfno: 91 869 19 30 Especialidades: Cordero, cochinillo, carnes a la plancha y postres.
