ALEXANDRA HUDSON. Reuters / EL MUNDO
LA HAYA.-
El ex primer ministro de Kosovo tiene «sangre en sus manos», según dijo la fiscal Carla del Ponte, al comienzo del juicio sobre crímenes de guerra en el que se el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) le inculpa por delitos cometidos en la guerra contra las fuerzas serbias en 1998 y 1999.
Ramush Haradinaj, un albano kosovar de 38 años, ex comandante del Ejército de Liberación de Kosovo (KLA), dimitió en 2005, tras haber sido inculpado por el tribunal de la ONU por asesinato, violación y tortura, delitos cometidos por las fuerzas de las que estaba al mando. Para los albanokosovares Haradinaj es un héroe. Junto al ex primer ministro también comparacieron ante el tribunal Idriz Balaj, el comandante de las Aguilas Negras, una unidad especial del KLA, y Lahi Brahimaj, el tío de Haradinaj, que trabajó a sus órdenes. «Estos tres hombres cometieron crímenes horribles y violentos», afirmó la fiscal Carla del Ponte. «No tengan dudas de que este señor de la guerra, su lugarteniente y su carcelero tienen sangre en sus manos», añadió Del Ponte.
Kosovo, donde la población es en un 90% de origen albanés, fue la causa de la primera guerra humanitaria de la OTAN, en 1999, con el objetivo de detener a los serbios que mataron a 10.000 albaneses y desplazaron a un millón de personas. La provincia, de dos millones de habitantes, está bajo dominio de la ONU y dirigentes de las dos partes en conflicto han sido inculpados por el tribunal de la ONU.
El jueves pasado, Haradinaj se declaró inocente de 37 acusaciones de crímenes contra la Humanidad y violaciones de las leyes de guerra. Balaj y Brahimaj también se declararon inocentes. Los tres, vestidos de negro, se mostraron relajados y charlaron durante la comparecencia.
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