CiU denunció ayer que el tripartito que preside el socialista José Montilla cuenta con un total de 200 altos cargos, un 19% más que el anterior Ejecutivo de Pasqual Maragall y un 27,4% más que el último Gobierno de Jordi Pujol.
Ayer, a dos días de que se cumplieran 100 días desde la constitución del nuevo Govern de la Generalitat, el portavoz parlamentario de CiU, Felip Puig, acusó al Ejecutivo catalán de «incumplir» sus promesas de «austeridad» en la administración y menor gasto público. «El segundo tripartito incrementa de manera escandalosa el número de cargos políticos. Para hacerlo peor necesitan a más gente con sueldos mayores», resumió el portavoz nacionalista.
La diputada de CiU en el Parlament Pilar Pifarré, que acompañó a Puig en la exposición, señaló que, de los 157 altos cargos a disposición del último gobierno de CiU en 2003, se pasó a los 168 con Maragall y ahora se ha alcanzado la cifra de 200.
Pifarré denunció también que el actual Gobierno catalán «está cubriendo con cargos eventuales puestos que son claramente para funcionarios» y, además, un 57% del personal eventual está siendo retribuido con salarios situados «en los niveles más altos» de la administración catalana.
Además, destacó que el 71,7% de los altos cargos son hombres y sólo un 28,3% son mujeres, con lo que «no se respeta el compromiso de la paridad».
Segunda ola
Otra de las denuncias de CiU es que muchos funcionarios de la Generalitat se están viendo «desautorizados» o «dirigidos jerárquicamente» por personal de confianza del Govern, informa Efe.
Por otra parte, Puig pronosticó que el Govern de Montilla «está preparando una segunda ola de reestructuración» en el seno de la administración de la Generalitat, que afectaría sobre todo a «subdirectores, jefes de servicio y jefes de sección» y que, según ha vaticinado, se regirá por criterios de «militancia» política.
En este sentido, Puig acusó a Montilla de «confundir la Generalitat con un gran ayuntamiento» y de estar «introduciendo el virus del partidismo» en la Administración catalana, cuyos puestos pretende «ocupar con los suyos».
Para ejercer un mayor control sobre las políticas de personal del gobierno, CiU piensa proponer la creación de un observatorio de la ocupación pública.