SILVIA TAULÉS
BARCELONA.-
Dicen que tres son multitud. Pero no en el Raval.
Cuando María Antonia Trujillo, ministra de Vivienda, propuso la creación de pisos de 30 metros cuadrados, fueron muchos los que alzaron la voz mirando al cielo. Podrían haber mirado más cerca. Al barrio del Raval de Barcelona, por ejemplo, en el que en el 15% de hogares viven más de cinco personas, en pisos que van de los 30 a los 60 metros cuadrados.
Un estudio realizado por la Fundació Tot Raval trata de mostrar una radiografía del barrio y lo cierto es que algunos de los datos que aporta dejan en evidencia las necesidades de uno de los puntos que más de moda está en la ciudad.
Porque si los bares más cool y los restaurantes más solicitados de Barcelona se abren a diario en el Raval, pocos son los vecinos que puedan disfrutar de tales ventajas. Porque si el 4% de los habitantes del lugar debe compartir piso con más de nueve personas, y la media de estos pisos no supera los 60 metros cuadrados, las conclusiones son fáciles de extraer.
«Gran parte de las familias del barrio vive en condiciones de amontonamiento», se indica en un estudio que no deja lugar para la duda. Y es que «la persistencia de grandes desigualdades por lo que se refiere a una vivienda en condiciones se considera un factor importante de riesgo de exclusión social». Es evidentemente «el precio» de los pisos lo que provoca «el incremento de personas que viven en un solo hogar, sean familiares o no, así como la existencia de hogares en los que convive más de una familia».Pero la precariedad en el Raval no se refiere sólo a la vivienda.La educación, el trabajo, la sanidad, la inmigración, el asociacionismo...En cada punto analizado se demuestra que todavía queda mucho por mejorar en un barrio que se vende al mejor postor.
«La tasa de paro y las cifras de trabajo eventual y de trabajo no cualificado son las más altas de la ciudad», denuncia el estudio, «la precariedad laboral, agravada por el bajo nivel de instrucción de gran parte del barrio dificulta la conciliación de los horarios laborales con la responsabilidad familiar».
Tot Raval apoya sus palabras en datos: El 27% de la Renta Mínima de Inserción (Pirmi) de toda la ciudad se concentra en Ciutat Vella. Más de la mitad de los menores usuarios de los Equipo de Atención a la Infancia y la Adolescencia de Ciutat Vella proceden del Raval, y el 60% de estos menores son del Raval Sur. El 94% de matrícula viva es en la escuela pública. El 40% de la población del Raval sólo tiene estudios primarios, frente al 26% de Barcelona.
Por todo ello, las asociaciones del barrio que trabajan por la integración y el crecimiento de sus vecinos piden más subvenciones y unos convenios plurianuales. Para que todos en el Raval puedan disfrutar de su barrio.
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