VANESSA GRAELL
BARCELONA.-
Adentrarse en la historia de Doménikos Theotokópoulos, universalmente conocido como El Greco (1541-1614), supone emprender «un viaje hacia la luz», afirmó ayer el director griego Iannis Smaragdis, que lleva a la gran pantalla los lienzos y la vida del enigmático pintor.
La película empezó a rodarse a en Atenas, Creta y Rodas. Ahora ha recalado en Cataluña para filmar interiores en el monasterio de Santes Creus, Solsona y Manresa. La última parada será en Toledo, la segunda patria del Greco y la ciudad que le vio morir.
«Llevo siete años soñando esta película», confesó Smaragdis.Y rodarla ha sido para él «una catarsis», añadió. El director, que nació en Heraklion, tan «sólo a 300 metros de la casa del Greco», siempre se ha sentido cautivado por su figura, y más después de leer el libro de Dimitris Siatopoulos, El pintor de Dios, en el que se basa la película. Pero no es la primera incursión de Smaragdis en rescatar a un personaje mítico para los griegos: lo hizo en su anterior filme, Kavafis, un homenaje al poeta alejandrino.Entonces contó con la colaboración de Vangelis, compositor de Blade Runner, que también pondrá la banda sonora a las pinturas barrocas de su compatriota.
El Greco es la primera coproducción grecoespañola y el objetivo del director es que sirva para «acercar a los dos pueblos igual como hizo la obra del genial pintor», afirmó. Un acercamiento que se nota en el elenco de actores, donde destaca la presencia española: Juan Diego Botto interpreta al inquisidor Niño de Guevara y Laia Marull da vida a Jerónima, la mujer del artista, con el que no llegó a casarse pero sí tuvo un hijo. El actor que encarna al protagonista es el británico Nick Ashdon.
Lo que más atrajo a Juan Diego Botto del guión es «la búsqueda del artista de su independencia, al margen de imposiciones estéticas, religiosas o políticas», afirmó. Para el público esa búsqueda -y el viaje hacia la luz- empezará el 18 de octubre en Atenas, día del estreno.
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