ELENA CUESTA. Enviada especial
NUEVA YORK. - Tenía que ser en casa, en Nueva York, donde Woody Allen aceptara dar más detalles sobre la película que rodará el próximo verano en Barcelona. En su despacho del Manhattan Film Center, el director desveló ayer algunos detalles sobre el esperado rodaje barcelonés.
Allen quiere «mostrar Barcelona de la misma manera que muestro Manhattan, es decir, a través de mis ojos y con mucho cariño», expresó el cineasta, quien ya tiene en fase de montaje la película Cassandra's dream.
La historia que rodará en la capital catalana (y después en Oviedo) arrancará con la llegada de los dos protagonistas al hogar de Gaudí, lo cual le permitirá «mostrar la ciudad de una manera romántica, pero sin forzarlo».
En una jugada inteligente, Woody Allen ha fichado a Javier Aguirresarobe como director de fotografía, una baza segura para conseguir sus propósitos.
En una sala forrada de terciopelo ocre, las ventanas cerradas y las luces a media intensidad, el director de Manhattan respondió pacientemente a las preguntas de los periodistas, alejando durante un rato los extendidos tópicos sobre sus neurosis y excentricidades. Así, respuesta a respuesta, Allen dejó caer su deseo de que Scarlett Johansson, su musa actual, pueda participar en la película. «Espero que Scarlett y Rebecca Hall, una joven actriz, puedan estar con nosotros, pero justamente ahora he empezado el casting con los actores norteamericanos. Primero quería encontrar a los intérpretes españoles». Y esos intérpretes son Penélope Cruz y Javier Bardem, a los que dedicó todos los elogios: «Son perfectos para el guión, que ya tengo escrito y acabado, y soy muy afortunado de que estén disponibles para mi película».
Los piropos para Pe no acabaron ahí: «Nunca me han interesado las candidaturas a los Oscar, así que el hecho de que ella estuviera nominada no ha tenido nada que ver con mi elección. Es una actriz maravillosa, el resto no importa nada, ya sabéis que el de los Oscar no es mi mundo».
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