En la capital de la Unión Europea se confirman las previsiones de analistas y organismos financieros y se asienta la tendencia al alza del Producto Interior Bruto (PIB) tanto en la zona euro como en la Unión en su conjunto. La economía de la zona euro creció el último trimestre del año pasado el 2,5% y un 2,9% lo hizo la de la UE. Por su parte, en España el PIB registró un aumento del crecimiento del 1,2%, una cifra que si se compara con los tres últimos meses de 2005, representa un aumento del 4%.
Tanto el PIB de la UE como el de la eurozona suponen una aceleración del crecimiento de 1,2 puntos en relación al registrado en 2005, cuando el PIB aumentó el 1,4% en la UE de los 12 (Eslovenia todavía no se había incorporado a la moneda única) y el 1,7% en la UE 25 (antes de la entrada de Rumanía y Bulgaria).
Según datos de Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea, el aumento del crecimiento económico se debe fundamentalmente a la fuerte subida de las inversiones que aumentaron desde el 0,6% al 1,2%. También crecieron las exportaciones de manera muy significativa, del 3,7% al 1,8% del trimestre anterior, mientras que las importaciones siguen creciendo pero de manera moderada, pasando del 2,2% al 1,9%.
En el informe de Eurostat también se destaca que durante el cuarto trimestre de 2006, el consumo de los hogares aumentó el 0,6%, una décima menos que en el periodo anterior, al igual que el consumo de las administraciones públicas que se aceleró el 0,5%, también una décima por debajo respecto al trimestre precedente.
El empuje de Alemania
Corren buenos tiempos para la economía europea y se manifiesta en las cifras. Los datos de cierre del año pasado confirman las mejores previsiones lanzadas por la Comisión Europea, que atribuye el mérito al motor económico de la Unión: Alemania.
Sin embargo, la economía germana no avanza sola. Junto a ella, lo hacen también Francia, Italia y España, países que acabaron el año 2006 con buenas perspectivas. De hecho, sólo estos cuatro países representan más de tres cuartos del potencial económico europeo, justificando el optimismo que se respira en la capital comunitaria.
En las últimas previsiones económicas de la Unión, Joaquín Almunia, comisario de Economía y Finanzas, augura que este año el PIB de la eurozona aumentará tres décimas para situarse en el 2,4% y en el 2,7% en el conjunto de la Unión Europea.
Para este ejercicio, Bruselas espera además de un aumento a buen ritmo, una moderación de la inflación, como consecuencia del un ciclo económico favorable, y también por las reformas estructurales llevadas a cabo por la mayoría de los Estados miembros.