El baile accionarial en el sector energético no cesa. Cuando apenas han transcurrido 20 días desde que el BBVA, principal rival del Santander, abandonara su presencia en el capital de Iberdrola, el gigante que preside Emilio Botín ha querido tomarle el relevo.
La entidad informó ayer a la Bolsa de Londres que posee el 1,34% de la eléctrica española, lo que le ha supuesto una inversión valorada en el mercado de más de 394 millones de euros.
La incursión en la compañía que dirige Ignacio Sánchez Galán se produce en un momento convulso para Iberdrola. Inmersa como está en un proceso de fusión con la británica Scottish Power, libra en estos momentos una batalla interna por el control accionarial.
La constructora ACS, presidida por Florentino Pérez, ha desembarcado recientemente en su capital con la intención de fusionarla con Unión Fenosa. Ahora se ha convertido en su principal accionista, con un 12,4%, y ha logrado que la Comisión Nacional de la Energía (CNE) la autorice a ejercer ciertos derechos en las juntas de accionistas. Un asunto que ha levantado ampollas en la cúpula de la eléctrica.
Fuentes del Santander indicaron ayer que la adquisición de ese paquete responde a una inversión meramente financiera, ajena a las peleas internas. Eso podría significar que el banco tiene intención de obtener sustanciosas plusvalías con la operación de absorción de Scottish Power.
El grupo cántabro abandonó sus intereses en el sector eléctrico en 2005, cuando, precisamente, vendió el 22% que tenía de Unión Fenosa a ACS. Meses más tarde, tras la guerra desatada por el control de Endesa, la entidad volvió a aparecer en escena como financiadora de la OPA de E.ON y del grupo Acciona, que también entró en el capital de la firma energética española para detener al gigante alemán.
Ahora, acaba de hacerse con una participación del 1,34% de Iberdrola, de la que el Santander controla directamente el 0,99%, mientras que el resto está a nombre de terceros y custodiada en las tesorerías del banco y de Banesto. Se da la circunstancia de que también Abbey, la filial británica en poder del grupo financiero, ha reconocido a la Bolsa londinense que posee, por cuenta de clientes, el 1,6% de las acciones de Scottish Power.
Con ambos movimientos, el Santander persigue potenciar su negocio financiero con la nueva compañía resultante de la fusión, después de que el BBVA le haya dejado manos libres. Este banco, presidido por Francisco González, decidió romper su vínculo accionarial histórico con Iberdrola, para financiar la reciente compra del estadounidense Compass Banchares.
Por su parte, fuentes de la eléctrica, que señalaron conocer la operación, se mostraron ayer «satisfechos con la entrada en su capital del Santander». Además, resaltaron que con esta adquisición, la entidad demuestra que «confía en el valor de la compañía y en la operación de compra de Scottish Power».
La irrupción del Santander ha sido acogida favorablemente por la empresa al reforzar el núcleo duro de Iberdrola y defenderla de ofertas hostiles. Al margen de las luchas accionariales, casi el 40% del capital de la eléctrica está en manos de ACS, de la BBK, que posee el 9,97%, de una larga lista de cajas de ahorros, y de varios empresarios que en los últimos meses también han apostado por el sector energético.
Se trata, en concreto, de Alicia Koplowitz, que a través del fondo Omega Capital se ha hecho ya con una participación del 2,93%. O del constructor Nicolás Osua, que tiene en su poder el 1,25%. Unicaja es la institución crediticia que más títulos de Iberdrola posee, a excepción de la caja vasca. En su caso, el porcentaje se eleva al 1,95%. El resto se lo reparten varias cajas de Castilla y León, Bancaja, Caja Castilla-La Mancha, Caja Extremadura y Caja Vital.
Mientras, Iberdrola, que ya ha recibido todas las autorizaciones pertinentes para controlar Scottish Power, está pendiente de la celebración de las juntas de accionistas respectivas, que tendrán lugar el 29 y el 30 de marzo. La empresa cuenta que la operación quede cerrada el 23 de abril y que dos días más tarde empiecen a cotizar las nuevas acciones.