«Tras varias jornadas de fuertes bajadas suele venir siempre un rebote, lo que no significa que sea el inicio de la recuperación», explicaba ayer Miguel Borrás, director de Tecnocapital, quien cree que después de la tempestad, el mercado ha entrado en una etapa de calma chicha. «Las espadas están en alto en espera de que puedan producirse nuevas turbulencias», añade.

Sí, una jornada de rebote es muy poco tiempo para dar la corrección bajista por cerrada, más cuando los analistas tienen presente el mes de mayo del año pasado, cuando en siete jornadas la Bolsa se dejó un 10%, para después reemprender una larga y fructífera trayectoria alcista.

La mayoría de los analistas aconseja mantener la precaución y esperar a estar seguros antes de volver a comprar renta variable. Mientras miran con gran atención a la Bolsa china, el epicentro del temporal, y a Wall Street, que pese al estrellato asiático, sigue ejerciendo como primera plaza financiera del mundo.

De momento, la Bolsa de la ciudad de los rascacielos se unió al rebote asiático y europeo. El índice Dow Jones de Industriales mantuvo durante casi toda la sesión ganancias del 1%. Al menos por un día, en EEUU se dejaron de lado las preocupaciones por el temporal asiático y se centraron en las noticias locales. El secretario del Tesoro, Henry Paulson, anunció que los problemas crediticios que surjan como consecuencia del enfriamiento del mercado inmobiliario estadounidense serán menores. A lo que sumaba la apreciación del 2% de Citigroup, después de que la compañía lanzara una OPA por la firma de inversión japonesa Nikko Cordial.

«Es posible que veamos nuevas jornadas bajistas, pero creo que ya podemos haber visto el grueso de la caída», afirma Juan Cueto, director de Estrategia de Ibersecurities. Y mientras se esperan señales claras que evidencien el fin de la corrección, los analistas comienzan a mirar el desastre y a seleccionar valores en los que posicionarse cuando el escenario bursátil lo permita.