La primera medida será drástica: el presidente del Ejecutivo anunció ayer que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, desvelará en sede parlamentaria todos aquellos datos de la política penitenciaria llevada a cabo por los gobiernos de José María Aznar que «nunca se han dado a conocer», a fin de que los ciudadanos tengan «información completa» y puedan valorar lo que el PP «hacía cuando estaba en el Gobierno y lo que dice ahora».

Le ha forzado a dar este paso, según el propio Zapatero, la actitud del partido que lidera Mariano Rajoy, que ha convocado para el próximo sábado una gran manifestación en Madrid en contra de la cesión que ha hecho el Gobierno ante el «chantaje» del etarra. El presidente, que hoy mismo responderá a una pregunta parlamentaria en el Senado sobre esta cuestión, lanzará los primeros latigazos. Sin embargo, la artillería pesada queda reservada para Rubalcaba, que comparecerá en el Congreso el jueves de la próxima semana.

El presidente se permitió ayer, desde Rabat (Marruecos), ironizar con el hecho de que la marcha del sábado sea «la primera» convocada por el PP. «Yo diría», afirmó, «que en esta legislatura no han hecho otra cosa que manifestarse». Incluso llegó a contabilizar hasta «ocho ocasiones» en las que el PP ha salido a la calle para situarse en contra de la política antiterrorista del Ejecutivo.

Esta primera reflexión le dio pie al presidente para ahondar en el asunto: «Desde la etapa de AP hasta ahora, no lo habían hecho nunca. Cuando estaban en el Gobierno aseguraban que no era su estilo, e incluso cuando yo, como jefe de la oposición, salí a la calle para protestar por la Guerra de Irak o el Prestige, se me tachó de pancartero e irresponsable». Sin embargo, ahora manifestarse es demostrar amor a la patria», recalcó Zapatero. «Esto», afirmó tajante el presidente, «sólo tiene un nombre en castellano, que es hipocresía».

«Información necesaria»

No paró ahí. Zapatero se mostró indignado y lo expresó sin comedimientos. En relación con el caso De Juana, dijo tener el convencimiento desde hace mucho tiempo de que «la verdad siempre se impone en democracia». Y la verdad, según él, es la «formación de una opinión mayoritaria a través de argumentos, datos y hechos y, en ningún caso, a través de mentiras, falsedades e hipocresías».

Proporcionar «datos» es lo que tendrá que hacer Rubalcaba cuando repase la política que se ha llevado a cabo desde 1996 hasta hoy. Entre esos datos figurarán algunos que nunca han salido a la luz y que, a tenor de lo que dijo ayer Zapatero, serán comprometedores o, al menos, pondrán en evidencia la gestión de los populares.

«El debate no ha empezado aún, pero los ciudadanos van a tener un volumen de información necesaria sobre lo que fue la política penitenciaria de Aznar; así podrán valorar ellos mismos y preguntarse: '¿Cómo es posible que antes hicieran esto y ahora digan esto otro?'», advirtió.

«En 30 años de lucha antiterrorista», recordó Zapatero, «siempre ha existido un acuerdo tácito o expreso sobre esta materia incluyendo las actuaciones frente a ETA, la legislación y las medidas penitenciarias. Nunca se discutió. Hay muchas cosas que no se conocían ni se conocen y que ahora se van a conocer. A esto nos obliga la actuación del PP».

«Esta situación antes o después tendrá que cambiar, porque las políticas antiterroristas no pueden estar ni formar parte de una estrategia partidista en democracia, si uno tiene los principios que hay que tener».

Zapatero dijo estar «orgulloso» de lo que hizo en la oposición, sin cuestionar las decisiones del Gobierno en la lucha antiterrorista.

Al término de su larga intervención, insistió en que «el tiempo y la democracia ponen a todos en su sitio». «La verdad siempre se impone, aunque sea cuatro años después, como ocurrió con las armas de destrucción masiva y como sucederá con el 11-M. El tiempo pone a todos en su sitio: a las fuerzas políticas, a los que opinan y a los que escriben».