MARISA CRUZ. Enviada especial
RABAT.-
El primer ministro de Marruecos, el tecnócrata elegido por el rey, Driss Yetú, aseguró ayer que su país «no defenderá a nadie que haya cometido crímenes estén donde estén», en alusión a la posibilidad de que su país intente proteger a los 32 altos cargos incluidos en una querella por genocidio contra el pueblo saharaui que la Fiscalía española desea que se admita a trámite.
Yetú, en presencia de José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró que su país es un «Estado de Derecho» en el que se respeta la ley y en el que los «juicios son justos». También recalcó que luchará contra «todo aquel que haya abusado del poder», pero aseguró que algunos de los nombres más importantes citados en la querella «no tienen nada que ver con los abusos» que presuntamente se les imputan.
En la querella, de más de 1.000 folios, interpuesta ante la Audiencia Nacional el pasado 14 de septiembre, se cita expresamente como querellado al ex ministro del Interior marroquí Driss Basri; al ex consejero especial del rey Yassine Mansouri; al ex director de la Seguridad Nacional Amidou Lanigri; al general mayor de las Fuerzas Armadas, Abdelaziz Banani, y al general de la Gendarmería Real, Hosni ben Slimane, entre otras destacadas personalidades. Algunos de los nombres citados ocupan en la actualidad altísimos puestos en Marruecos, en tanto que otros, como es el caso del ex ministro del Interior Driss Basri, fueron apartados del poder por Mohamed VI a su llegada al trono.
Por su parte, el presidente del Gobierno español, al ser interrogado sobre esta cuestión, se limitó a señalar su proverbial «respeto a las acciones de la Fiscalía y de la justicia», pero no evitó comentar que, a su juicio, el hecho de que la petición de la Fiscalía se hiciera pública coincidiendo con la celebración de la Cumbre hispano-marroquí no era algo «casual».
En relación con el estado de libertad y democracia que se vive en Marruecos, España incluyó un punto, el número 7, de la declaración conjunta de la Cumbre que señala: «El presidente del Gobierno español se congratula de nuevo por el compromiso sólido y permanente del reino de Marruecos en materia de promoción de los derechos humanos y por los progresos concretos realizados en la consolidación del Estado de Derecho».
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