Los hados le reservaban ayer una grata sorpresa a Miguel Sebastián, quizás hasta un buen augurio aunque él se limitara a sonreír ante tamaña insinuación, en el hotel donde se alojó en la céntrica calle Leipziger de Berlín. Por una casualidad del destino, entre las numerosas llaves electrónicas de las habitaciones, decoradas todas ellas con motivos de capitales mundiales, le vino a tocar la muy castiza de... Madrid.
Ni que decir tiene que el candidato socialista a las elecciones municipales de mayo preguntó en recepción si podía quedarse con la tarjeta, y con ella como talismán en el bolsillo, inició la segunda jornada de su pequeño periplo europeo, tras recalar un día antes en Londres y entrevistarse con su alcalde, el laborista Ken Livingstone.
Ayer en Berlín, en una visita relámpago de unas pocas horas y antes de entrevistarse con el alcalde, Klaus Wowereit, y el embajador de España, Gabriel Busquets, Sebastián se olvidó de la monumentalidad de la antigua capital del Reich para centrarse en un baño de explicaciones en lo más profundo del antiguo sector comunista Oriental, en el barrio de Hellesdorf, situado a 15 kilómetros del centro y donde se ha experimentado con una de sus grandes propuestas de cara a la cita electoral de Madrid, el policentrismo urbano.
Hasta llegar allí, a lo largo de las extensas avenidas Karl Marx y Frankfurter, el candidato socialista inundó de preguntas a su cicerone de lujo para la ocasión, la secretaria de Estado alemana de Vivienda y Urbanismo, Hella Dunger-Löper. Temas como el transporte público, el tráfico, la contaminación o la inmigración fueron desgranados poco a poco por ambos políticos mientras Sebastián comprobaba con sus ojos la célebre máxima del alcalde, el socialdemócrata Klaus Wowereit: «Berlín es pobre, pero sexy».
Era comunista
Entre bellos edificios clásicos rehabilitados penosamente y con escasos fondos por el antiguo gobierno de la extinta República Democrática Alemana (RDA), salpicados por algunos edificios imposibles de la era comunista, el postulante a la Alcaldía de Madrid pudo comprobar sorprendido cómo el uso de la bicicleta es práctica común en esta ciudad de menos de 3,4 millones de habitantes y 889 kilómetros cuadrados de superficie. Y, ¡sorpresa!, cómo es harto difícil verse atrapado en un atasco en el centro de la capital de Alemania.
Ya en Hellesdorf, y acompañado por el alcalde del barrio, Rudolf Kujath, Sebastián visitó alguna de las 60.000 viviendas rehabilitadas en esta zona del extrarradio de Berlín. Allí, en una alianza entre constructores y vecinos, los antiguos y escuetos edificios de la ex RDA han recibido un remozado en tiempo récord en el que a los pisos se les han añadido terrazas y ascensores, amén de grandes zonas verdes, para atraer a nuevos inquilinos a precios muy atractivos, dentro de una ciudad ya de por sí barata. Asimismo, se ha intentado desarrollar económicamente la zona con la creación de centros comerciales para que sus habitantes no tengan que trasladarse al corazón de la ciudad a realizar sus compras. Pero como el propio Kujath reconocía, apenas 80.000 personas habitan el barrio, y pocos son los extranjeros que se atreven a adentrarse en estas zonas del Este cuando cae el Sol por el peligro de los grupos de cabezas rapadas de ideología neonazi.
«Y no se llenarán nunca porque Berlín ahora mismo no atrae a los alemanes», reconoce el conductor ocasional de Miguel Sebastián, Alberto, un valenciano que lleva 45 años en el país y que ya prepara sus maletas para regresar a España tras su jubilación. «El problema, simplemente, es que no hay trabajo».
Ejemplo de cultura
El candidato socialista, por otro lado, destacó Berlín como ejemplo «en el fomento de la cultura» y apuntó que «por cada cinco artistas berlineses que pueden vivir de su trabajo tan sólo hay uno madrileño que puede hacerlo».
El alcalde de Berlín, Klaus Wowereit, por su parte, señaló que «cada vez es más normal oír español por las calles de Berlín», como ejemplo de la cercanía de ambas sociedades, y arropando a Sebastián, afirmó que «dado que la gente se mueve, también la política ha de moverse».
«MADRID ES RICA, PERO SEXY Y ENDEUDADA»
«Señor Wowereit, ¿podríamos utilizar su eslogan 'Berlín es pobre pero sexy' para Madrid? Pero quizás, tendríamos que cambiarlo por 'Madrid es rica, pero sexy y endeudada'. La pregunta, celebrada con buen humor por ambas partes, se la dirigía un miembro del equipo de Miguel Sebastián durante el encuentro mantenido ayer con el regidor de Berlín en la Alcaldía Roja, conocida así por el color de su fachada. En la reunión, Klaus Wowereit saludó a Sebastián como «el futuro alcalde de Madrid» y reclamó que la relación entre las dos capitales hermanadas «podría ser mejor de lo que ha sido hasta ahora». Tras recordar que desde hace muchos años ninguno de los regidores municipales de ambas urbes ha visitado oficialmente al otro, 'Wowie' señaló que las dos ciudades «pueden trabajar muy bien juntas y espero que la relación sea fortalecida en un futuro». Sebastián aseguró que tiene a Berlín como «un ejemplo en la rehabilitación de barrios» y subrayó la «especial preocupación de los políticos socialdemócratas frente a los conservadores ante la justicia social».