Dentro del plan de futuro de Seat, aprobado por el consejo de vigilancia de la matriz VW se contempla una reducción de costes como paso previo para producir dos nuevos modelos en tres años.

Esta medida puede desencadenar nuevos ceses de actividad en las más de 30 empresas instaladas en el parque industrial de Abreda y que se sumarían a la anunciada la semana pasada por SAS, firma que fabrica los salpicaderos de los modelos Seat Ibiza y Córdoba.

Paco García Sanz, responsable de compras de VW, afirmó que fue la propia SAS la que decidió anular el contrato con Seat ante la imposibilidad de cumplir las exigencias de costes planteadas por la filial de la empresa alemana.

El responsable de Compras del grupo Volkswagen también alertó de que puede haber más contratos anulados si no se reducen los costes laborales en estas empresas de componentes. Además, explicó que esos costes son en algunos casos incluso superiores a los de la factoría de Martorell.

Ante esta situacion Volkswagen no descarta que Seat retome actividades que hasta ahora había subcontratado con varios suministradores, como es el caso del montaje de los salpicaderos o de los tubos de escape.

Por otro lado, el presidente de Seat, Erich Schmitt, anuncio que la capacidad instalada en la planta de Martorrel podría volver a saturarse en el futuro, para alcanzar una producción de unas 550.000 unidades, si se cumplen las previsions de ventas de los dos nuevos modelos que previsiblemente ensamblará la marca española: una berlina grande que sustituiría al actual Toledo y un SUV, derivado del Altea cuyo prototipo se desveló ayer en Ginebra y que ha sido bautizado como Altea Freetrack y que es 18 centímetros más alto que su homónimo.

El presidente de la marca de Martorell también anunció en la muestra suiza que este año Martorell fabricará poco más de 400.000 vehículos.