JOAN HERNANDEZ
LLEIDA.-
El tren de alta velocidad (AVE) que hace el recorrido entre Lleida y Zaragoza tuvo que parar el pasado martes a mitad del trayecto al colisionar con unas piedras que algún desaprensivo había colocado en las vías. El incidente no ocasiono apenas desperfectos materiales a pesar de la sorpresa de los usuarios, que fueron informados de los hechos mediante el servicio de megafonía del propio tren.
Antonio Merino, uno de los pasajeros que viajaba en uno de los vagones, explicó que «faltaban unos 20 minutos para llegar a Zaragoza cuando empezamos a escuchar unos golpes fuertes metálicos, similares a los de un coche cuando pasa por un camino de cabras sin asfaltar y saltan piedras a los bajos del vehículo». «El tren se detuvo durante unos cinco minutos para comprobar los daños ocasionados por las piedras que habían detectado en las vías y, tras comprobar que no habían ocasionado desperfectos importantes, reemprendimos la marcha», añadió Merino.
El incidente apenas provocó unos minutos de retraso y el AVE llegó a la estación de Zaragoza sobre las ocho de la mañana.
Los pasajeros se sorprendieron de que el tren de alta velocidad no detectara la presencia de las piedras en la vía, aunque dispone de un sistema específico para detectar con anticipación la presencia de elementos extraños en su recorrido. Además, las vías están protegidas por vallas precisamente para dificultar el acceso a las mismas.
Por otro lado, la ex presidenta de Renfe, Mercè Sala, expuso ayer sus «dudas personales» de que el AVE llegue a Barcelona en 2007, fecha que el Ministerio de Fomento ha reiterado en repetidas ocasiones que se cumplirá. Sala, en una entrevista en RAC-1, añadió que «hay gente que tiene teorías, llegará a El Prat [el municipio] y dirán que ya es Barcelona». Además, se refirió al trazado por el interior de la ciudad y comentó que «no entiendo como gente seria», en referencia a los gestores de la Sagrada Família, «pueden dudar de que un túnel sea seguro», informa Europa Press.
La ex dirigente de Renfe y actual presidenta del Consell de Treball Econòmic i Social de Catalunya (CTESC) -organismo consultivo de la Generalitat- aseguró que «hay un riesgo pero no es para tanto» y «todo esto está provocando» que la construcción de la línea de alta velocidad hasta la ciudad de Barcelona «se retrase».
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