RICHARD BROOKS. The Times/ EL MUNDO
LONDRES. - Los dos empresarios más importantes del mundo del arte británico se han fijado en Oriente. Charles Saatchi, promotor de la generación encabezada por Damien Hirst, y Frank Cohen, su rival de Manchester, van a presentar las primeras grandes exposiciones de arte chino contemporáneo en Gran Bretaña.
La muestra organizada por Cohen podrá verse en Wolverhampton en abril, mientras que la de Saatchi se inaugurará en su nueva galería de Londres a finales del verano. Entre una y otra, van a contribuir a cambiar muchas de las ideas preconcebidas sobre la cultura china.
«Resulta fascinante comprar en un lugar como China, que está sufriendo tantos cambios y tan rápidos», ha manifestado Frank Cohen, que cuenta en propiedad con unos 70 cuadros de artistas chinos. «Los cambios que experimenta una sociedad vienen acompañados a menudo de un arte interesante. Estoy comprando en China, además, porque quiero ser uno de los primeros en este asunto», ha añadido.
Las obras que se van a presentar incluyen dos cuadros con la princesa Diana de Gales como tema a cargo del mismo artista, Li Qing. También se representa el cortejo de su funeral en 1997.
En la muestra que prepara Charles Saatchi, aparecen ella y el príncipe de Gales besándose en el balcón del palacio de Buckingham en el día de su boda, en 1981. Además, otras galerías británicas se apuntan a la ola de arte chino. A lo largo de este año, se van a montar exposiciones en la Tate Liverpool y en la Haunch of Venison, en Londres.
Siguiendo el camino abierto por otros empresarios occidentales que han subcontratado la producción en China, Saatchi y otros marchantes ven en el arte de este país una gran oportunidad todavía sin explotar.
Él y Cohen han coincidido en comprar cuadros de Li Songsong y Feng Zhengjie. La cantidad más grande que Charles Saatchi ha pagado por una obra de arte chino contemporáneo ha sido de 1.200.000 euros por la obra de Zhang Xiaogang Una gran familia, que compró en octubre.
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