Jueves, 8 de marzo de 2007. Año: XVIII. Numero: 6290.
ÚLTIMAS NOTICIAS TU CORREO SUPLEMENTOS SERVICIOS MULTIMEDIA CHARLAS TIENDA LOTERÍAS
Primera
Opinión
España
Mundo
Ciencia
Economía
Motor
Deportes
Cultura
Comunicación
Última
Índice del día
Búsqueda
 Edición local 
M2
Catalunya
Baleares
 Servicios 
Traductor
Televisión
Resumen
 de prensa
Hemeroteca
Titulares
 por correo
 Suplementos
Magazine
Crónica
El Cultural
Su Vivienda
Nueva Economía
Motor
Viajes
Salud
Aula
Ariadna
Metrópoli
 Ayuda 
Mapa del sitio
Preguntas
 frecuentes
Para manipular eficazmente a la gente, es necesario hacer creer a todos que nadie les manipula (John Kenneth Galbraith)
Haz Click Aquí
 DEPORTES
FUTBOL / Liga de Campeones
Casillas es lo único cierto del Madrid
EL PORTERO EVITA UN RIDICULO MAYOR DE UN EQUIPO MORIBUNDO GUTI SUSTITUYO A EMERSON EN EL MINUTO 30 GRAN MAKAAY
EDUARDO J. CASTELAO

Podrá hablarse de duda en la mano de Sergio Ramos -es mano-. Podrá hablarse de que el penalti fue o no fue -ni por asomo-. Podrán hacerse cuantas conjeturas salgan de la cabeza. Pero esto es lo que hay. Y el caso es que no fue un desastre, un repaso, una humillación. Fue, simplemente, un ejemplo más del Real Madrid de este año. Un grupo moribundo, con las constantes vitales apenas perceptibles, que no transmite absolutamente nada y que entregó la eliminatoria ante un Bayern de Múnich que tampoco está para presumir de nada. Lo único tangible que tiene hoy por hoy el Madrid es su portero. Y con eso no basta ni para tener esperanza.

Publicidad
Casillas, inmenso.

El adjetivo es apropiado por mucho que el resultado se empeñe en negarlo. A nada que se eche un vistazo al partido, aparecen varias intervenciones de Casillas que salvaron una goleada escandalosa. Una a Podolsky, otra a Makaay, una más a Van Bommel, una última de nuevo a Podolsky... Y así hasta media docena de apariciones que dejaron el resultado en lo que fue. De hecho, si el Madrid llegó con un hilo de esperanza al último cuarto de hora del partido fue sólo gracias a su guardameta. Es la única bandera que le queda a este Madrid.

Makaay, como siempre.

No gasta el físico exuberante de su etapa en el Deportivo y sus primeros años en el Bayern, pero sigue siendo uno de los delanteros más clarividentes cuando se enfrenta al portero rival. Y si puede ser al primer toque, sin tener que pensar demasiado, mejor. Así fue a los 10 segundos de partido, cuando puso la eliminatoria cuesta abajo con uno de los goles más precoces de la Liga de Campeones. Después, trabajó a la defensa blanca con constantes desmarques, siempre a una banda y a otra, sabiendo aprovechar los espacios a la espalda de los laterales como pocos jugadores saben hacerlo.

Guti, reparador.

Hubo algo extraño en la aparición de Guti en el partido. Se dijo que no estaba físicamente bien para jugar los 90 minutos, y sin embargo cuando se llevaban apenas tres ya estaba calentando. Le costó entrar en el duelo, pero durante la segunda parte se vio la mejor versión de este jugador, no siempre reluciente. Se asoció con Gago y con Cassano para darle algo de salida a la pelota, oscurecida hasta su aportación por la incompetencia -reiterada- de dos tipos como Emerson y Diarra. Le faltó, si acaso, algo más de llegada, pero con toda la gente que tenía jugando por delante tampoco era fácil. Vio una tarjeta amarilla por protestar y a punto estuvo de ver la segunda por una entrada sobre Lucio.

Sagnol, impecable.

Salvo una pérdida en la frontal en la segunda parte, el veterano lateral derecho francés del Bayern fue de lo mejor de su equipo. Ese dato debiera incrementar el sentimiento de frustración en el Madrid, incapaz de superar a uno de los peores Bayern de la historia. Sagnol cerró todos los espacios en su banda y, como la edad ya no le permite alardes físicos, se dedicó a poner las faltas laterales, cada una mejor que la anterior. De un servicio suyo llegó el gol de Lucio en la ida y ayer generó otras cuantas ocasiones.

Raúl, lejos de su sitio.

Tuvo una pequeña opción en la primera parte, pero su remate se marchó cerca de la escuadra. Sin embargo, a su estado físico -precario- se une el empeño de su entrenador de alejarlo del área. Raúl ya no está para correr tantos metros, y para cuando quiere llegar al área la jugada ha terminado. Aún así, cuando se asoció en el centro del campo fue de lo más recuperable de un colectivo desestabilizado demasiado pronto como para plantearse otro aspecto: la concentración.

Cassano, aceptable.

Tiene una sospechosa pinta de utillero, pero con el balón en los pies, si nadie le achucha, tiene bastante calidad. De suerte que, con el Bayern hundido físicamente, encontró espacios para crear peligro. Una pared con Robinho provocó el penalti que prolongó la esperanza de los madridistas hasta que el cronómetro dijo basta. Pura ilusión, arrebatada en un lance cuando la mitad del público aún no se había sentado.

recomendar el artículo
portada de los lectores
copia para imprimir
Información gratuita actualizada las 24 h.
 SUSCRIBASE A
Más información
Renovar/Ampliar
Estado suscripción
Suscríbase aquí
Suscripción en papel
 publicidad
  Participación
Debates
Charlas
Encuentros digitales
Correo
PUBLICIDAD HACEMOS ESTO... MAPA DEL SITIO PREGUNTAS FRECUENTES

elmundo.es como página de inicio
Cómo suscribirse gratis al canal | Añadir la barra lateral al netscape 6+ o mozilla
Otras publicaciones de Unidad Editorial: Yo dona | La Aventura de la Historia | Descubrir el Arte | Siete Leguas

© Mundinteractivos, S.A. / Política de privacidad