La escopolamina, una sustacia tóxica que se utilizó en su día como droga de la verdad en los interrogatorios, ha llegado al vestuario del Camp Nou.
La eliminación frente al Liverpool ha puesto punto y final a las excusas, los parches y los tópicos, y ayer Gudjohnsen se decidió a llamar las cosas por su nombre. Dijo alto, muy claro, que el problema del Barça es la indolencia.
«Falta trabajo y sacrificio», aseguró tras el entrenamiento del equipo, que acudió al campo de La Masia nada más aterrizar. Aunque Ronaldinho, además de Thuram, volvió a quedarse en el famoso gimnasio. El ariete islandés se refirió a la eliminación ante el Liverpool como ejemplo. «Tenemos más calidad que ellos, pero si no nos sacrificamos todos y trabajamos a tope, no es suficiente con el talento», aseguró. En su opinión, el equipo de Benítez fue un ejemplo de solidaridad que no vio en el equipo azulgrana. «Trabajó como un equipo y los jugadores corrieron por sus compañeros. Eso nos faltó a nosotros», se explayó.
«Cuando juegas contra equipos de un nivel inferior no es necesario, pero en momentos puntuales, ante equipos fuertes y duros, si diésemos un extra de sacrificio, nadie podría con nosotros. Si trabajamos tan duro como el rival, no nos ganarían».
Gudjohnsen explicó que «el Barcelona es el equipo con más calidad» que ha conocido y propuso como camino a seguir «estar más juntos y trabajar un poquito más».
La escopolamina, sin embargo, no alcanzó a las altas esferas de la entidad. Txiki Begiristain, secretario técnico del Barcelona y encargado de conducir el proyecto del ejercicio 2007-2008, ofreció un discurso bien distinto. Incluso aseguró que la campaña azulgrana aún puede ser de ensueño si el equipo logra los títulos de la Liga y de la Copa del Rey. «La palabra fracaso se podría decir al final de la temporada después de ver cómo acaba todo. Pero si acabamos consiguiendo los trofeos que nos quedan en disputa, será una temporada espectacular», manifestó.
Begiristain, que manifestó que el nivel físico del Barcelona es el adecuado, rechazó que el estilo ofensivo que tantos problemas ha llevado al equipo ante rivales que juegan al contragolpe esté en entredicho. «Yo prefiero ganar jugando así, porque además, con este estilo, hemos sido campeones de Europa y de la Liga», declaró el secretario técnico.
Txiki sacó a relucir su lado más pragmático y reconoció que la visita del Real Madrid este sábado puede ser el mejor bálsamo: «La suerte es que en cuatro días tenemos otro partido en el que lucharemos por recuperar el liderato. Por suerte, ahora viene el Real Madrid y queremos dar una alegría a la afición».
El sentir de los directivos barcelonistas desplazados a Liverpool era el mismo: una victoria servirá para tapar el fiasco europeo. Tal vez una derrota abra la puerta a nuevas verdades.