IRENE HDEZ. VELASCO. Corresponsal
ROMA.-
La escalada de Enel en Endesa -que en pocos días ha llevado a la compañía italiana a conquistar el 22% del capital de la sociedad española y cuyo objetivo final es alcanzar el 24,9%- es una operación con intenciones «amistosas», presidida por un espíritu de colaboración y cuya meta es crear valor a los accionistas. Eso aseguraba ayer Fulvio Conti, consejero delegado de Enel.
El máximo responsable de la compañía italiana subrayó que la operación busca desarrollar un puente de colaboración entre dos grandes grupos europeos para poder competir del mejor modo posible en un mercado cada vez más interrelacionado como es el de la energía.
Pero, ¿por qué Endesa y no otra? La elección del socio, siempre según Conti durante su declaración ante la Comisión, ha recaído en la sociedad española tras una valoración estratégica. «Porque se trata de una compañía muy eficiente, con óptimos resultados, bien gestionada y con una fuerte proyección internacional», señalaba.
El consejero delegado de Enel precisó también que con su desembarco en Endesa la compañía italiana busca «crear un mayor beneficio para todos, en particular a los pequeños accionistas».
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