C. S.
La nueva etapa de lucha no sólo reaviva el papel del Gobierno, sino también del Partido Popular.
Si Acciona resiste, E.ON necesita que Caja Madrid, que controla un 9,9% de Endesa, no venda todavía su participación y se quede como accionista de referencia con presencia en el consejo de administración.
De ese modo, los derechos políticos de los alemanes más los de Caja Madrid serían equivalentes a los de Acciona y Enel. Es decir un 10% cada uno de los cuatro. Pero, para ello, Bernotat deberá convencer al presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, de que los 2.100 millones de plusvalías que obtendría de la venta seguirán garantizados en el futuro. Es decir, E.ON debería asegurar a Caja Madrid que le terminará comprando a buen precio la participación cuando haya derrotado a los italianos.
Blesa se ha inclinado hasta ahora por vender y el Partido Popular, que controla en la práctica el 50% de la entidad madrileña había decidido finalmente dejarle hacer.
Habrá que ver el nuevo escenario. También ha cambiado la percepción que tenía el Partido Popular del presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales. Éste ha mantenido buena entrada en el PP y en el Gobierno autonómico madrileño perjurando que su asalto a Endesa no estaba teledirigido por el Gobierno. Pero el PP ha empezado a desconfiar desde la irrupción de Enel de la semana pasada. «A algunos les será más difícil contar que no juegan a política porque ya es evidente que lo hacen aceptando las invitaciones o las presiones del Gobierno», afirmó el pasado martes el portavoz parlamentario del PP, Eduardo Zaplana. Preguntado sobre si refería a Acciona, no quiso despejar la duda y otras fuentes consultadas aseguran que el malestar con Entrecanales es claro.
Por otra parte, el portavoz económico parlamentario, Vicente Martínez-Pujalte, aseguró ayer que Enel puede estar vulnerando la ley al haber adquirido más del 10% de Endesa sin autorización previa. «Aunque hayan comprado el resto mediante 'swaps' o derivados mantengo lo dicho», afirmó el diputado.
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