P. G.
MADRID.-
España tendrá más de ocho millones de inmigrantes en 2015, lo que supondrá el 36% de la población activa y más del 16% (unos ocho millones de extranjeros) de la población total en España, que se estima superará los 50 millones. En la actualidad, la población inmigrante alcanza los 4,1 millones de personas. Éstas son algunas de las conclusiones de un estudio realizado por PeopleMaters que ha sido coordinado, entre otros, por el ex ministro de Trabajo, Manuel Pimentel.
El informe subraya que en 2006 se crearon en España 601.700 nuevos empleos, de los que la mitad fueron ocupados por inmigrantes, especialmente en el sector servicios (72%).
Los datos del trabajo apuntan cambios en los próximos años. Así, recuerda que la inmigración en los años 90 se dirigía principalmente a la agricultura; que posteriormente se ubicó en otros sectores poco cualificados como recogida de basuras o en el servicio doméstico y que de ahí pasó a la construcción, mientras que hoy aumenta el número de inmigrantes en trabajos «de cara al cliente».
En el futuro, precisa el trabajo, los flujos serán de inmigrantes cualificados, «porque ya hay sectores que están reclutando perfiles tecnológicos. La demanda de trabajadores extranjeros se ha duplicado en 20 años, mientras que la oferta de trabajadores españoles ha caído a la mitad», aseguró Alfonso Jiménez, director de PeopleMaters.
Según sus previsiones, en el futuro habrá en España más trabajadores procedentes de Iberoamérica, «por el idioma y el factor costes», mientras que se espera una disminución de rumanos y búlgaros, quienes regresarán a sus países por la entrada en la UE. Asimismo, el estudio prevé una reducción en el número de africanos, porque ya estará cubierta la mano de obra en los sectores menos cualificados.
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