PARIS.-
El presidente de Carrefour, Luc Vandevelde, presentó ayer su dimisión y será sustituido por Robert Halley, un directivo procedente de la familia Halley, el principal accionista de la compañía.
La dimisión de Vandevelde se produce el mismo día en que el millonario francés Bernard Arnault y el fondo de inversión Colony Capital adquirieron un 9,1% de la compañía por 3.200 millones de euros, con lo que los dos socios acumulan un porcentaje del 9,8% dentro del capital del grupo de distribución.
Hasta ahora, Arnault y Colony contaban con una participación del 0,7% adquirida a través de la sociedad conjunta Axon Capital. Tras su fortalecimiento en el capital de Carrefour, ambos inversores aseguran que la operación responde a pretensiones «estratégicas e industriales destinadas a perdurar».
La operación anunciada consistió en la compra a un precio de 50 euros por acción y a lo largo de una semana de 65 millones de títulos del grupo francés, que cuenta con una red de 6.500 establecimientos en todo el mundo. Para los compradores, Carrefour «cuenta con un fuerte potencial de crecimiento» y anunciaron que trabajarán «en colaboración con el grupo de la familia Halley y los nuevos directivos» de la firma francesa.
La prensa francesa ha especulado desde hace tiempo con la posible dimisión de Vandevelde, cuyas relaciones con la familia Halley se rompieron el mes pasado. No obstante, los principales accionistas de Carrefour habían mostrado en los últimos días su confianza en el directivo.
A mediados de febrero, la familia Halley anunció el nombramiento de Bernard Bontoux como su representante en el consejo de supervisión de la empresa en sustitución de Vandevelde, quien ocupaba este cargo desde febrero de 2005. El directivo fue uno de los fundadores del fondo de inversión Capital Partners, así como presidente de Marks & Spencer y consejero delegado de Promodes.
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