Hoy se conmemora en el mundo el Día de la Mujer Trabajadora. Es una jornada para recordar cómo se ha avanzado en derechos políticos y sociales en numerosas naciones occidentales, si bien las trabajadoras siguen ganando menos, pese a tener cada vez mejor formación, y les resulta más difícil acceder a puestos de responsabilidad. Los países nórdicos han hecho grandes progresos, pero el ideal de la igualdad de oportunidades aún no se ha alcanzado en ningún país del mundo. En Africa destaca la tarea ejemplar de mujeres como la presidenta del Parlamento de la Unión Africana, Gertrude Mongella, una mujer fuerte que se dedicó a la política cuando hacerlo era una aventura. Y en regímenes opresores como el iraní representan la esperanza del cambio.
MADRID.- La igualdad de oportunidades y derechos entre hombres y mujeres sigue siendo, en pleno siglo XXI, una utopía. Ningún país en el mundo ha logrado acabar con la discriminación por razón de género. Algunas naciones, como las del norte de Europa, están en el buen camino. Otras, como muchas árabes, dan pasos de cangrejo. Éstas son las principales conclusiones del último Informe Global sobre este tema, realizado por el Foro Económico Mundial, la Universidad de Harvard y el London Business School.
Los países nórdicos son los que tienen mejores calificaciones, de acuerdo con un ranking que refleja baremos relativos a participación en la economía, en la política, educación y sanidad de 115 naciones de los cinco continentes, en los que vive el 90% de la población mundial.
De acuerdo con este informe, coordinado por los profesores Ricardo Hausmann, Laura D. Tyson, y Saadia Zahidi, Suecia es el país que más se acerca al ideal de igualdad de derechos y condiciones de vida entre hombres y mujeres. Suecia ha superado en un 80% la discriminación por razón de género.
Entre los 10 países que más han avanzado en este sentido se encuentran varios nórdicos como Noruega (2), Finlandia (3), Islandia (4) y Dinamarca (8). Alemania ocupa el quinto lugar y Reino Unido, el noveno.
Filipinas, en sexta posición, es el país asiático mejor emplazado, de acuerdo con esta clasificación, mientras que Sudáfrica, en el puesto 18º, es la nación africana más avanzada en la lucha por los derechos de las mujeres.
Destaca la presencia de países árabes entre los 10 con peores calificaciones, de acuerdo con este informe. Egipto (109), Arabia Saudí (114) y Yemen (115) son algunas de las naciones árabes donde la mujer vive más marginada.
El caso español
España se encuentra en el undécimo lugar y destaca especialmente en lo que se refiere a la representación política, donde ocupa un quinto puesto. Este baremo político se realiza de acuerdo a los siguientes datos: mujeres parlamentarias, ministras y número de años que una mujer ha ocupado la jefatura del Estado en los últimos 50 años. Mientras que en el mundo de la política España ha avanzado mucho (un 36% de mujeres en el Parlamento), no ocurre lo mismo en lo que se refiere a la participación económica e igualdad de oportunidades en el mundo laboral, baremo en el que nuestro país está peor situado, en el puesto 85. El 45% de las españolas en edad laboral trabaja, pero el nivel de sus ingresos es la mitad que el de los varones.Y tan sólo el 30% de los altos cargos en la Administración y en el sector empresarial son mujeres.
En Suecia, el país modelo, las mujeres gozan de plena representación en política, con una elevada participación en el Parlamento (47%) y en el Gobierno (52%), y en economía (un 59% de las suecas forman parte de la fuerza laboral), si bien reciben menos ingresos que los varones y están mejor representadas en oficios técnicos (51%) que en los altos puestos de las empresas y de la Administración (30%).
En educación las suecas son la referencia mundial. También España destaca en formación (figura en cabeza en matriculación de mujeres en enseñanza secundaria y universitaria).
Sorprendentemente Estados Unidos figura en el puesto 23, por detrás de muchas naciones europeas y de Canadá (14). Al contrario que en el caso español, las estadounidenses se defienden mejor en el mundo empresarial y económico que en el político (sólo ocupan el 15% de los escaños en el Congreso).
Sin embargo, un informe del Instituto de Investigación Catalyist, con sede en Nueva York, sobre la carrera profesional de las mujeres estadounidenses, dado a conocer ayer, señala que «tendrán que pasar todavía 73 años para que haya igualdad entre hombres y mujeres en los consejos de administración de las empresas».
En la misma línea, la Comisión Europea presentó ayer su informe anual sobre Igualdad entre Hombres y Mujeres, en donde se destaca que las europeas tienen mejor formación y cada vez ocupan más puestos de trabajo, pero cobran un 15% menos que sus compañeros. En este texto, la Comisión afirma que resulta básico para garantizar la igualdad ofrecer garantías para hacer compatible vida profesional y laboral. En la actualidad un 15% de las mujeres trabajadoras dejan su puesto al tener un hijo.
¿Es la equiparación de sexos una cuestión que sólo concierne a las mujeres? No. «La falta de equiparación no sólo afecta a la calidad de vida de la mitad de la población del mundo, sino que también supone un riesgo importante para el crecimiento a largo plazo y para el bienestar de las naciones», señala Klaus Schwab, fundador del Foro Económico Mundial.
En suma, como dijo ayer la vicepresidenta del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, se trata de construir «un mundo más equitativo, sostenible y humano, esto es, un mundo mejor».
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