Tras estas declaraciones, que realizó en plena comisión de control del Ente público en el Parlament, Daniel Sirera (PP) y Oril Pujol Ferrusola (CiU) le exigieron que explicara por qué no denunció este hecho a los tribunales. Majó decidió retrasar su respuesta hasta la próxima sesión de control ya que no contaba en ese momento, explicó, con las pruebas de las acusaciones de corrupción que había vertido contra los dos extrabajadores de la CCRTV, nombrados en la época de CiU en el Govern. Después de la recriminación de la oposición, el director de la CCRTV matizó sus palabras y pidió la sustitución de «corrupción» por «irregularidades».

Aunque no quiso concretar, Majó adelantó que se trataba de asuntos relacionados con el pago de comisiones a «agentes comerciales relacionados con ellos» o, en algún caso, con lazos de índole familiar. Tampoco quiso dar ningún nombre nombres pero Majó se refería, en el caso de TV3, a Francesc Monserdà; y a Marta Masdeu en el caso de la radio pública. El director general de la CCRTV explicó que «se iniciaron procedimientos legales, pero estas personas acabaron cediendo».

En el caso de Marta Masdeu, su despido llegó al Tribunal Superior de Justícia de Catalunya. De hecho, fue la entonces directora comercial quien denunció a Catalunya Ràdio por despido improcedente.La sentencia del TSJC, del 17 de febrero de 2005, da la razón a la demandante y exige al ente público readmitirla o pagar una indemnización de cerca de 300.000 euros.

El Tribunal concluyó entonces que, aunque algunos pagos a agentes comerciales podrían estar injustificados, no se entiende que la empresa cuestione su gestión si no lo había hecho durante los 18 años que estuvo al cargo de la dirección comercial de Catalunya Ràdio.

El despido de estos dos trabajadores es sólo una de las seis medidas que Majó tomó hace tres años «por razones de rigor empresarial y éticas». «He ido haciendo cosas que, hasta ahora, no he explicado».¿Y por qué lo cuenta ahora? «Porque todo lo que ha salido desde la Sindicatura [la acusación de que altos cargos cobraron, en la época CiU, indemnizaciones millonarias] hace daño a la imagen de la CCRTV y no quiero que la gente piense que estas cosas siguen pasando».

Las seis medidas de Majó para limpiar la CCRTV, según explicó ayer esquemáticamente, son «reducir los sueldos de los directivos, empezando por el director general», esto es, por el suyo propio.Algunos de estos salarios eran más altos que el del presidente de la Generalitat. Eliminó los contratos blindados, a los que los trabajadores renunciaron «voluntariamente». Además, emitió una instrucción para acabar con el mantenimiento de los suplementos salariales a los altos cargos cuando dejaban de serlo, sustituyendo esta medida por una compensación proporcional a los años que habían ocupado cargos de alto nivel.

Creó una comisión de incompatibilidad y, como acción más reciente -motivada también por la Sindicatura de Cuentas- eliminó las cláusulas de «pseudoblindaje blandas», como él mismo las denominó, que marcaban indemnizaciones por despido de dos meses por año trabajado en lugar de los 45 días legales. En total, 26 personas contaban con un contrato de estas características desde 1987, el año en que se les instauró a cambio de excluirlos del convenio.En este caso los trabajadores han renunciado a este beneficio y algunos, incluso, desconocían que existieran estas cláusulas.

Majó explicó estas medidas después de que Dolor Camats (ICV) y Joan Ferran (PSC) le preguntaran sobre los contratos blindados de TV3. Antes, ambos diputados aprovecharon la ocasión para criticar las declaraciones de Artur Mas en las que afirmaba que el Govern aireaba todo este asunto para «acallar» a periodistas incómodos.Camats tachó de «cínico y perverso» que relacionen esta búsqueda de la transparencia con la manipulación de los medios públicos, sobre todo viniendo de un partido «experto en controlar los medios».

Joan Ferran, por su parte, dijo que era una «vergüenza» que la Corporació estuviera en boca de la Sindicatura y el Tribunal y aseguró que hace tiempo que sospechaba que existían «irregularidades» económicas en la gestión que hizo el gobierno de CiU de la CCRTV.El diputado habló de «los 23 años oscuros de TV3» y de una «corrupción moral establecida» durante esa época.

Aunque la polémica sobre la supuesta corrupción de los exdirectores comerciales protagonizó la jornada, también se discutieron temas como la Carta de Principis de los medios públicos, que «limita la libertad de los periodistas», según Albert Rivera (Ciutadans de Catalunya) o la cantidad que ha pagado TV3 por los derechos del fútbol, una cifra menor a temporadas anteriores.

Reducción de sueldos «excesivos». Majó decidió reducir los salarios de los directivos, empezando por el suyo propio.

Menos suplementos salariales. Hasta que cambió la norma, los suplementos por ascenso se seguían cobrando aunque el trabajador perdiera el rango. Mantuvo una compensación en función de los años.

Creación de una comisión de incompatibilidad. El director general de la CCRTV instauró esta comisión hace tres años.

Despido de los directores comerciales de la radio y la tele.La medida que, cuando fue desvelada ayer, encendió la polémica.

Supresión de dos contratos blindados. Las dos personas que contaban con este tipo de contrato renunciaron «voluntariamente» a él.

Eliminación de cláusulas de «pseudoblindaje». Aquellas que marcan que la indemnización por despido es de dos meses por año trabajado, en lugar de los 45 días legales. Habían 26 contratos de este tipo.