Sábado, 10 de marzo de 2007. Año: XVIII. Numero: 6292.
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 CATALUNYA
Piqué recuerda a Montilla que será «el más obligado» a cumplir la sentencia del TC
El líder del PP acusa de «sectario» al president y Mas dice que «se pliega a los intereses del PSOE»
D. G. S.

BARCELONA.- El discurso de José Montilla con motivo de los primeros 100 días de Govern sentó, como era de esperar, bien a sus compañeros en el Ejecutivo y mal a los partidos de la oposición. El más duro entre los últimos fue el líder del PP catalán, Josep Piqué, que tildó al presidente de la Generalitat de «persona profundamente sectaria» y le recordó que pese a sus «gesticulaciones» es «el primero» que deberá acatar lo que decida el Tribunal Constitucional (TC) sobre el Estatut, acabe o no disminuido.

No todo fueron navajazos, porque tanto PP como CiU reconocen que el actual Gobierno catalán es menos estrambótico que el anterior.Piqué dijo que, lo que en la etapa de Pasqual Maragall era un Govern inestable, «un Dragon Khan», ahora se ha convertido en «una pequeña montaña rusa».

Sí saltó el líder del PP catalán cuando fue preguntado acerca de por qué Montilla consideró el jueves que lo único que pone en peligro la «estabilidad» en Cataluña es el «juego sucio» del PP y su política de «alteración de la convivencia entre los pueblos de España». Piqué aseguró que «una de las características de Montilla es que es una persona profundamente sectaria, y utiliza demasiado a menudo sus deficiencias sobre la base de decir que la culpa siempre es del PP», informa Efe.

«Llega un momento en que esto no tiene ningún tipo de credibilidad, porque ya hace más de tres años que tenemos un gobierno tripartito en Cataluña y el PSOE gobierna España, y adjudicarle la culpa de todo al PP suena a ridículo», subrayó Piqué.

Después de que Montilla dijese que no renunciará a la esencia del nuevo Estatut aunque el TC disminuya el texto, Piqué ha recordado a Montilla que, como presidente de la Generalitat, será «el primero que está obligado a asumir» lo que diga el fallo del Constitucional sobre el nuevo Estatut, aunque acabe disminuyéndolo.

«Creo que estas afirmaciones son de cara a la galería, para dar una impresión de firmeza, pero deprecian una cosa elemental: que las leyes están para cumplirlas», agregó el líder del PP catalán.

Las críticas del presidente de CiU, Artur Mas, fueron igualmente severas, pero en una dirección completamente opuestas a las de Piqué. Mas se quejó de la poca independencia del president con respecto al Gobierno central, y opinó que «los hechos contradicen las palabras» de Montilla, sus insinuaciones de pedir modificaciones en la Consitución en caso de un fallo negativo del TC, porque «continuamente se está plegando ante los intereses del PSOE».

Mas acusó ayer a Montilla de hacer prevalecer los intereses del partido, por su fidelidad al PSOE debido a su condición de miembro de la ejecutiva federal, por encima de sus intereses como presidente de la Generalitat.

Esta actitud, señaló el líder de CiU, es «incompatible» con una «Cataluña de manos libres» y con la capacidad de «tratar de tú a tú al Gobierno español y con la capacidad de negociación a fondo», y «se está viendo con los servicios básicos», en referencia a Cercanías y al aeropuerto, «y con la Ley de Dependencia que Montilla se tragó».

Mas comparó el anterior Gobierno de izquierdas liderado por Pasqual Maragall con el actual presidido por Montilla, y concluyó que «tan malo es un ruido espectacular, demasiada gesticulación y hacer las cosas mal, como el silencio absoluto, la falta de liderazgo y la falta de capacidad de proyecto».

Como Piqué, que calificó el estilo Montilla de «poco ruido y pocas nueces», Mas dijo que pese a que «hay menos ruido, hay muy poca ambición y liderazgo».

En el bando del tripartito, el vicepresidente catalán, Josep Lluís Carod-Rovira, destacó la unidad de PSC, ERC e ICV, y comparó al Ejecutivo con una «orquestra» que va al unísono, en contraposición al «ruido» del anterior.

Tampoco rompen la unidad del Govern, según Carod, sus declaraciones defendiendo «la vía soberanista» si se dictamina que el Estatut no cabe en la Constitución. Defendió que sus palabras son comparables a la defensa de la España plural que expresa en público Montilla y que ERC no comparte. El portavoz parlamentario de los republicanos, Joan Ridao, se congratuló de que el president prevea futuras «estrategias» de catalanismo, pero admite que no hay «denominador común» entre los partidos del Ejecutivo.

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