VANESSA GRAELL
BARCELONA.-
La aerolínea de bajo coste Easyjet descartó ayer que el futuro del aeropuerto de El Prat sea convertirse en un hub intercontinental. El director general de Easyjet en el sur de Europa, Arnaldo Muñoz, pidió «un debate realista» sobre los usos de la nueva terminal Sur ya que, a su juicio, «no existe» un mercado en Barcelona para los vuelos transoceánicos.
Muñoz apeló al mercado para justificar la falta de interés de las aerolíneas en constituir un hub internacional en El Prat.De resultar rentables los vuelos intercontinentales, «las compañías ya los habrían programado», como sucede en los hubs europeos, que ya cubren las necesidades del territorio con los puentes aéreos, indicó el director de la low cost. Según Muñoz, el objetivo de la Generalitat de hacer de la T-Sur un centro de vuelos transoceánicos es «vivir de espaldas a la realidad» y sólo admitió la necesidad de aumentar los vuelos hacia Estados Unidos.
A su juicio, la estrategia que debería seguir la nueva terminal sería priorizar las conexiones con Europa y el mediterráneo.En una ciudad que tiene en el turismo una de sus principales fuentes de ingresos, hay que consolidar los vuelos «punto a punto», señaló Muñoz. En este sentido, las compañías de bajo coste son las que mejor servicio pueden dar.
Un 10% de crecimiento
«Lo que importa es la cuenta de resultados», afirmó el director de Easyjet con cifras en la mano. La low cost creció un 10% durante 2006 y consolidó su posición de primera compañía extranjera en el aeropuerto. El número de pasajeros de El Prat se incrementa gracias a las low cost, «las preferidas de los usuarios», afirmó Muñoz. Después de diez años de actividad en España, la ruta entre Londres y Barcelona tuvo el 43,7% del total de pasajeros que viajan entre ambas ciudades, por delante de British Airways e Iberia.
«La T-Sur es un proyecto fantástico si se adapta a las expectativas de crecimiento de las compañías», explicó Muñoz. Su compañía prevé de cara al 2007 un crecimiento del 12%, lo que implicaría llegar a los dos millones de pasajeros. La estrategia de Easyjet pasaría por aumentar la frecuencia de vuelos desde los aeropuertos de Barcelona y Málaga.
Muñoz advirtió de que no se adjudique de manera «pseudopolítica» la T-Sur a compañías tradicionales «que no crecen» para no repetir los errores de la T-4 de Madrid. La nueva terminal de Barajas resulta «incómoda» para los pasajeros por la falta de conexión con transportes públicos y casi hay que «obligar» a las compañías a instalarse en ella, indicó Muñoz. Para que en la T-Sur no suceda lo mismo, la llegada del AVE o del metro tendría que ser una realidad en el plazo de un año desde su inauguración. De no ser así, Easyjet renunciará a operar en la T-Sur ya que no se cumplirían «las condiciones mínimas de comodidad» para los usuarios, declaró Muñoz. El director de la low cost aprovechó para exigir a las administraciones la «aceleración de los plazos de llegada de las infraestructuras» a la terminal.
Easyjet rompió una lanza a favor de Iberia, que tantas críticas ha recibido por su repliegue en El Prat. En opinión de Muñoz, la antigua compañía de bandera es «la única» que ha sido «sincera» al declarar públicamente sus intenciones de no hacer de El Prat un hub. Muñoz también defendió la «buena gestión» de Aena -otro de los blancos de los ataques políticos- en el conjunto de los aeropuertos españoles. A su juicio, los problemas de El Prat no vienen del organismo que gestiona el aeropuerto sino de los planes estratégicos.
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