Per un bon traçat de l'AVE aglutina diversas asociaciones contrarias al proyecto actual, entre las que destaca AVE pel Litoral y Amics de la Sagrada Família. A su juicio, el paso del AVE por el centro de la ciudad «pone en peligro el monumento más emblemático de Cataluña», señaló el portavoz. Espar exigió a las autoridades «un plan Cerdà de los transportes de Barcelona» y la consideración del trazado por el Litoral o, en su defecto, por el Vallès.

Espar denunció que, además de los espacios públicos de las calles Sardenya y Marina, existía un tercero en el que no se podía edificar, entre Mallorca y Valencia, aunque «una empresa privada» -no quiso precisar cuál- lo hiciera «impunemente».

El portavoz de la entidad adelantó que en la fiesta del 18 de marzo presentará un proyecto para construir un anfiteatro romano en «el espacio edificado ignominiosamente», lo que implicaría expropiar dos manzanas del Eixample. La idea es erigir un escenario para conciertos u obras teatrales desde el que se vea permanentemente la Sagrada Família iluminada. «El templo expiatorio es del pueblo, así lo entendió Gaudí», reivindicó Espar.

El objetivo de la fiesta es implicar a la ciudadanía y conseguir su complicidad. Por eso, los miembros de Per un bon traçat de l'AVE animarán a los barceloneses a bailar alrededor del monumento de Gaudí la sardana La Santa Espina, que «fue prohibida por Primo de Rivera por tener ecos de himno nacional», recordó Espar.

La nueva plataforma presentó una lista de personalidades que han expresado su rechazo a que el tren de alta velocidad circule por debajo de la Sagrada Família. En ella figuran los médicos Valentí Fuster y Josep Maria Dexeus, el cantautor Raimon, el artista Josep Maria Subirachs (que diseñó la fachada nueva de la Sagrada Família) o los restauradores Carme Ruscalleda y Carles Gaig, entre otros.