«Hay que evitar la exclusión social, que es el obstáculo máximo para la convivencia, una lacra que hay que evitar por humanismo y por sentido común», señaló ayer Fornesa, quien presentó los objetivos de la Obra Social hasta el año 2010 junto con el director general de la entidad, José F. de Conrado, y el director general de La Caixa, Isidro Fainé.

Los nuevos proyectos que se llevarán a cabo hasta 2010 contarán con un presupuesto de 2.000 millones de euros y se centrarán de forma especial en la infancia. A partir de esta primavera se pondrá en marcha un plan que prevén «ayudará a más de 100.000 niños a salir de la pobreza». Pionera en Europa, este programa ofrecerá ayuda económica y psicosocial a familias con hijos que ya hayan sido identificadas por las adminsitraciones.

La Obra Social destinará 41 millones de euros durante 2007, cifra que llegará hasta los 300 millones en 2010. La iniciatvia prevé «ayuda a la primera infancia, para la adquisición de ropa y gafas, y para la atención psicológica, social y educatvia de los menores», tal y como explicó Conrado. Los destinatarios de las ayudas recibirán cheques diseñados específicamente para el programa, de diferente cuantía económica y que se podrán canjear en comercios con los que se ha llegado ya a acuerdos.

La finalidad es «reducir la mentalidad de pobreza que se transmite de padres a hijos», remarcó Fornesa, quien destacó la ayuda psicosocial que recibirán los menores como un acompañamiento que puede permitirles salir de las situaciones de exclusión. El programa será sometido a un exhaustivo estudio, tras el cual la Obra Social decidirá si implicar al resto de la sociedad.

«No nos podemos permitir que el 10% de la población esté en una situación insostenible porque, entre otras cosas, se echarán encima del otro 90% porque no tienen otra solución», señaló Ricardo Fornesa, quien denunció también «la fractura social se profundiza cada vez más y mientras no haya incorporación social seguirá habiendo fractura».

La Obra Social de La Caixa es la primera fundación privada en la lista de inversiones en España, la tercera de Europa y la séptima en el mundo. «La importante actividad financiera de La Caixa tiene como objetivo final la obra social», aseguró ayer Conrado.