De coco en coco. Así camina el Valencia por la Liga de Campeones. Ayer, tres días después de eliminar al Inter de Milán, que partía entre los favoritos para conquistar la Champions, conoció que el Chelsea será su próximo rival en los cuartos de final (4 de abril la ida y 10 del mismo mes la vuelta). Otro multimillonario y acaudalado club que nadie quería ver ni en pintura; que intimida todos los años, pero que al final se queda en nada en la máxima competición continental.
De cuantos rivales podían tocarle en suerte, el Valencia quería evitar como fuera a los ingleses. Era mucho pedir, la verdad, teniendo en cuenta que había tres entre los siete posibles adversarios: Liverpool y Manchester, además del Chelsea.
Pero a estas alturas del torneo, y tras la experiencia vivida frente al Inter, el Valencia ya está curado de espanto. A pesar de que las quinielas colocan al cuadro de Mourinho como el principal candidato a levantar la orejuda, en el seno del Valencia se tomaron el emparejamiento con relativa tranquilidad. ¿Qué iban a hacer si no después de haber cruzado los dedos en octavos para no ver al Inter de Milán?
Quique Sánchez Flores, el técnico ché, encajó el cruce con naturalidad y recalcó, antes de analizar la inmensa calidad del Chelsea, que «la mejor noticia es jugar la vuelta en Mestalla». «Creo que puede ser muy importante y hasta decisivo. Apetece que sea así», apuntó. «Conociendo el carácter del grupo que manejamos, creo que es un rival muy importante, pero que le pega mucho al Valencia. Nos llevará a una concentración máxima y eso es lo que más le conviene a este grupo», precisaba Quique, sabedor de que su plantilla es capaz de lo mejor ante los rivales de talla (Inter o Barça han sido un ejemplo) y de lo peor ante equipos modestos. Vamos, un discurso similar al que realizó tras el sorteo de octavos de final.
«Será una eliminatoria dificilísima, pero quizá el Chelsea, junto al Liverpool, era el rival más parecido a nosotros. Será un duelo muy equilibrado», dijo.
No es un secreto que Quique Sánchez Flores siente gran admiración por el técnico del Chelsea, José Mourinho, como así quedó reflejado en la encuesta que este diario realizó en diciembre, además de sentir especial predilección por el fútbol inglés. De hecho, el madrileño aprovechó las pasadas vacaciones de Navidad para empaparse de partidos de la Premier League. Uno de los equipos que siguió en vivo fue precisamente al Chelsea, ahora oponente directo.
Así que no era plan de descubrir todo el pesado arsenal que tiene la poderosa entidad londinense, levantado a golpe de talonario por su multimillonario presidente, Roman Abramovich, que, por si acaso había algún punto débil en su ya contrastada plantilla, la apuntaló este año con jugadores del prestigio de Shevchenko o Ballack.
¿Favorito el Chelsea? «Si es el Chelsea, pues bueno. Lo importante es que sepamos cuál es nuestro rol en esta eliminatoria, saber leer los 180 mimutos que dura el emparejamiento. Cuando uno llega a cuartos de final de la Liga de Campeones, todas las alarmas están encendidas. Las diferencias no son tan grandes», señaló Quique. Esta inédita eliminatoria entre el Valencia y el Chelsea supondrá el primer duelo en la presente edición entre dos clubes que nunca se han proclamado campeones de Europa, aunque desde hace años apuntan.
