Una nueva era se ha instalado en MotoGP para deleite de Valentino Rossi. La introducción de los motores de 800 cc ha comenzado a reportar importantes dividendos al heptacampeón del mundo, que esta temporada aspira a recuperar la corona que le birló en el último momento Nicky Hayden, el pasado ejercicio. Il Dottore clamaba vendetta desde el inicio de la pretemporada y ayer mismo, en la primera oportunidad que se le presentó, mostró el potencial que guarda su nueva Yamaha, una máquina calcada de la anterior en la que prácticamente lo único que ha variado ha sido el propulsor.
En los últimos minutos de la sesión de entrenamientos oficiales de ayer, en los instantes en que más tensión se acumula en los boxes y en la pista, Rossi se hizo con la primera pole de una temporada que se inaugura hoy (10.00 h-TVE1) con el Gran Premio de Qatar. Pero el italiano no lo tuvo fácil para sumar su pole número 46, el mismo dorsal que luce desde que debutara en el Mundial, hace más de una década, y que heredó de su padre Graziano, ex piloto de motos. Nunca ha renunciado a su distintivo y seña de identidad, pese a las siete oportunidades de las que ha gozado a lo largo de su carrera.
Valentino lo celebró batiendo el récord del circuito de Losail, con un crono que paró en 1:55.002, más de medio segundo por encima de la anterior marca. Tuvo que emplearse a fondo en los instantes finales porque Casey Stoner le pisaba los talones. A la fiesta se unieron Edwards, Elías y Dani Pedrosa para poner más emoción al final. Los cinco pilotos consiguieron rodar por debajo de la pole del año pasado, en poder del australiano enrolado en las filas de Ducati.
Stoner.
Desde la primera fila partirán hoy las dos Yamaha de Rossi y Edwards, pero Stoner se interpondrá entre ellos. Por detrás, Elías, Pedrosa y Hopkins en la segunda fila. Al piloto español, que en un alarde de sinceridad confesó que no esperaba situarse tan arriba, se le recordó que, al igual que en la primera carrera del pasado año, partía justo por detrás de Il Dottore. «No quiero que vuelva a ocurrir lo mismo y prometo frenar antes», dijo entre risas después de rememorar una prueba en la que en la primera curva arrolló al italiano, que terminó por los suelos aunque pudo incorporarse a la carrera. «Le he dicho a Toni que esta vez llevaré un cuchillo en el mono», comentó entre risas el damnificado. «Espero que frene y no me tire como el pasado año en Jerez».
Ante la primera prueba de la temporada, Rossi se mostró confiado y con las ideas claras, aunque confesó que aún le faltaba por determinar los neumáticos con los que saldrá a pista: «Me gusta mucho este circuito [donde ha ganado los dos últimos años] porque es rápido y técnico. El agarre es genial y con la nueva M1 te puedes divertir muchísimo», explicó, para añadir que el ambiente que se respira es idóneo para lograr una mayor concentración: «Se está tranquilo aquí, sin demasiada gente y la atmósfera es agradable para comenzar el Mundial. Así, me puedo abstraer completamente para pilotar sin más distracciones».
No puede relajarse el piloto de Yamaha porque Dani Pedrosa promete guerra. Ya dio un primer aviso durante los entrenamientos IRTA celebrados hace poco menos de un mes en idéntico trazado, donde obtuvo el mejor tiempo, y en los posteriores, disputados en Jerez hace apenas dos semanas, realizó el mejor simulacro de carrera, aunque el mejor tiempo fue para su más serio rival. La batalla entre ambos promete ser larga, ardua y emocionante.
«Salir desde la quinta posición está bien, aunque hubiera preferido hacerlo desde la primera línea. Hemos seguido trabajando en los reglajes de la moto en ambas sesiones y he sido capaz de ir más rápido que ayer [por el jueves]. Tenemos prácticamente decidida la moto para la carrera, aunque todavía tenemos que tomar la decisión final sobre los neumáticos. Espero pelear en cabeza, pero será duro porque hay varios pilotos que están yendo muy rápido», señaló para explicar que una buena salida será fundamental: «Salgo desde el centro, donde la pista está un poco sucia, pero la nueva moto me permite una mayor estabilidad y estar más recto en la línea de salida».
Si Rossi copó la pole en MotoGP, en el cuarto de litro fue el turno de Jorge Lorenzo, quien sumó la cuarta consecutiva en el trazado qatarí. El actual campeón del mundo de la categoría fue capaz de romper la barrera de los dos minutos para finalizar primero, superando en 350 milésimas a Héctor Barberá. Alex de Angelis y Alvaro Bautista completaron la primera fila. «Tengo seguridad en mí mismo y estoy en condiciones de ganar. Me veo fuerte y pienso salir a ganar», afirmó el piloto número uno de la fábrica de Noale.
Faubel se quedó a las puertas de la pole en el octavo de litro, después de que Talmacsi, su compañero, se la arrebatase segundos antes de que se cumpliese la media hora reglamentaria de entrenamientos para sumar el segundo mejor resultado de su carrera, después de la lograda en Japón hace dos años. El español cometió un error que le privó del primer puesto. «Se me ha quedado cara de tonto. He parado una vuelta antes creyendo que se había acabado el tiempo, que era lo que decía el reloj de mi moto», confesó.