Los Veintisiete destacaron en sus conclusiones la necesidad de «mejorar los intercambios transfronterizos regionales y de acelerar el desarrollo de la cooperación regional en materia de energía». Para ello, entre otras medidas insisten en la necesidad de desarrollar interconexiones adecuadas y señalan cuatro «proyectos prioritarios de interés europeo» entre los que se encuentran las interconexiones de electricidad entre Francia y España a través de los Pirineos.

A pesar de que el lunes el secretario de Estado para Asuntos Europeos, Alberto Navarro, anunció un acuerdo entre Francia y España para lograr la interconexión eléctrica mediante líneas de alta tensión en 2010, ayer, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se limitó a destacar que en este tema «la voluntad política con Francia y la gestión política de Francia es determinante».

De hecho, el propio texto establece que, para poder alcanzar el objetivo de al menos el 10% de la capacidad de interconexión de electricidad y gas, los «Estados afectados deberán reforzar su cooperación, por ejemplo, elaborando las directrices oportunas». Zapatero reconoció que «el grado de vinculación de España a las grandes redes de transporte no es suficiente» y que por eso el Gobierno defendió durante la cumbre «la necesidad de favorecer las interconexiones», sobre todo «en un escenario de incremento de la producción de fuentes renovables». Sin embargo, Francia, envuelta en pleno proceso electoral, no está en el mejor momento para implicarse en proyectos.

Además de la interconexión pirenaica, el Consejo Europeo destacó el carácter prioritario del enlace de alta tensión entre Alemania, Polonia y Lituania, las conexiones a la energía eólica marina en Europa septentrional y el gasoducto Nabucco, que transporta gas desde el Caspio a Europa central.