Las alarmas volvieron a saltar ayer entre los países europeos que participan en el accionariado del consorcio aeroespacial EADS, principalmente España.
Tras la crisis surgida por los retrasos de hasta dos años en las entregas por parte de su filial Airbus del superjumbo A380, que han costado cerca de 2.500 millones de euros, su presidente, Louis Gallois, confirmaba ayer que el A400M, el revolucionario avión militar de carga llamado a sustituir en el siglo XXI a los C-130 Hércules y C-160 Transall acumula una demora de tres meses para entrar en la planta de ensamblaje de Sevilla.
La primera entrega del A440M estaba prevista para 2009 al Ejército francés y el total de pedidos a día de hoy asciende a 192. Pero la fecha pronosticada para que la planta de ensamblaje final del aparato se ponga en marcha, octubre de 2006, ya fue retrasada en diciembre hasta finales de marzo. Asimismo, las pruebas de vuelo habían sido anunciadas para 2007, pero se llevarán a cabo en 2008, incrementos de costes incluido.
Gallois y Tom Enders, consejero delegado, confirmaron ayer los retrasos en el primer Airbus construido con propósitos exclusivamente militares durante la presentación de los resultados anuales de EADS en Múnich, que, como ya se auguraba, han sufrido un considerable recorte por las demoras del A380.
Una crisis que ya ha pasado la factura a las plantas europeas de Airbus con el plan de reestructuración Power 8, que supondrá la supresión de 10.000 empleos, la venta de tres fábricas y la cesión de otras tres a socios de la firma en parte o en su totalidad.
El A400M, que irá dotado de cuatro hélices turbopropulsadas y dispondrá del doble de carga (espacio y tamaño) que los actuales aparatos, no estuvo exento de polémica al ser elegido, por presión europea, frente al Pratt&Whitney Canada, favorito por sus costes de fabricación y técnicos.
Gallois expresó ayer su confianza en que el retraso en el A400M será solventado en poco tiempo y anunciaron que Airbus ha destinado una provisión de 352 millones para este contratiempo, por lo que el contratiempo ha afectado a las dañadas cuentas del año pasado.
En todo caso, Enders confirmó que la planta de Sevilla, que podría dar empleo directa e indirectamente a cerca de 10.000 personas, «está lista para comenzar a trabajar» y admitió que han aprendido de los errores industriales del A380.
Como ya se auguraba, los resultados de 2006 en EADS quedaron lastrados por el A380. Según confirmó ayer la compañía, la facturación creció en un 15%, hasta los 39.434 millones, mientras que el beneficio neto fue de 99 millones, un 94% menos que los 1.676 millones logrados el año anterior. Los beneficios antes de intereses financieros, impuestos, amortización y depreciación (EBITDA, según su acrónimo inglés) se situó en 2.033 millones de euros, un 53% menos, mientras que las ganancias antes de intereses e impuestos (EBIT) alcanzó los 399 millones de euros, un 86% menos.
Gallois subrayó que el consorcio EADS «no tiene necesidad de liberar fondos suplementarios» y que buscará «fondos externos en el mercado cuando sea necesario». Asimismo, el presidente hizo un llamamiento a los gobiernos europeos para que eviten cualquier «injerencia» en la gestión de la misma.