Ibáñez Oteiza venía de Montevideo y fue detenido en virtud de una orden de arresto internacional cursada por el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón. El titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia dictó una euro-orden solicitando la extradición de Ibáñez Oteiza por su presunta implicación en el asesinato del empresario Francisco Javier Zabaleta en 1988, según informa Europa Press. El etarra residía ya en Uruguay cuando Garzón solicitó su extradición el 18 de julio de 1992, que fue rechazada por el país suramericano. Finalmente, fue extraditado en 1994, pero para que respondiera de otro delito del que fue absuelto.

En el momento de su detención, Ibáñez estaba en posesión de un pasaporte legal con su identidad auténtica. El histórico de ETA deberá comparecer ahora ante un fiscal del Tribunal de Bobigny, a las afueras de París, para que le notifiquen la orden de arresto.

Ibáñez Oteiza fue detenido en 1992 y extraditado al año siguiente a España, donde se le juzgó por su presunta implicación en un asesinato del que fue absuelto y puesto en libertad en 1995. El etarra fue liberado porque no quedó demostrado que fuese él quien proporcionase a ETA información sobre las costumbres y horarios del dueño de un bar de Eibar (Guipúzcoa) al que acusaban de traficar con drogas.

Oteiza inició su andadura en ETA a principios de los 80. En 1984 integraba un comando junto a Iñaki de Renteria que perpetró varios atentados, entre ellos, el dirigido contra una patrulla de la Guardia Civil.