Sin pregunta previa, María Teresa Fernández de la Vega, en funciones de presidenta del Gobierno por ausencia de José Luis Rodríguez Zapatero, leyó una declaración en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros sobre el aniversario que se cumple el domingo.

No citó a nadie expresamente, pero quedó claro que se refería al PP y que estaba pensando más en el 14-M, la fecha de las últimas generales, que en el día de los atentados islamistas.

Así, María Teresa Fernández de la Vega contrapuso la actitud de su Gobierno a la de que «quienes crispan, exageran y gritan, en un intento de simple y puro cálculo electoral».

«Nuestro empeño y nuestro trabajo para que sus desesperados intentos por recuperar el poder no impidan que la verdad y la sensatez y la responsabilidad se impongan», añadió la vicepresidenta primera.

De esta forma, mezcló el recuerdo de la masacre del 11-M con el enfrentamiento con el PP por la política contra ETA, que se concretará en la manifestación de hoy. La vicepresidenta verbalizó la tesis del Gobierno sobre la supuesta relación directa entre este enfrentamiento y la posición del PP ante el 11-M. Según esta tesis, los populares tapan con las dudas sobre la masacre su derrota electoral y, una vez despejadas en el proceso judicial, recurren al enfrentamiento con Zapatero por la lucha contra ETA.

Luego, a una pregunta concreta sobre la manifestación de hoy en Madrid, sí fue más precisa para dirigir directamente sus críticas al PP y aseguró que «han decidido intentar crear un clima de crispación irrespirable y artificial».

Fernández de la Vega vaticinó que «los ciudadanos de este país les harán pagar en las urnas tanta irresponsabilidad y tanta tensión innecesaria». Es decir, que según su criterio, la actual situación terminará por volverse contra el PP cuando lleguen las elecciones.

Acusó al principal partido de la oposición de «aumentar la crispación» y apostó por que la razón «se imponga al insulto».

Según dijo, «hay que dar argumentos y es lo que estamos haciendo, porque sirven para convencer mientras que los insultos y las descalificaciones sólo pueden llegar a tratar de imponer».

Recordó que el PP dijo que «jamás hablaría con ETA, pero la realidad lo desmintió porque se sentó y habló», y que los terroristas cumplirían íntegramente las penas y, según dijo, tampoco lo cumplió.

Críticas como ésta dirige la vicepresidenta primera al PP otras semanas, especialmente, con motivo de otras manifestaciones sobre terrorismo que ha apoyado el partido de Mariano Rajoy. Sin embargo, ayer lo hizo en una intervención inicial sobre el 11-M que empezó con un tono que sonaba a declaración institucional con motivo del tercer aniversario de la masacre terrorista, pero que terminó con críticas a la oposición, que tuvieron continuidad en la rueda de prensa.

De hecho, empezó hablando de las víctimas y asegurando que el domingo se cumple «el tercer aniversario del terrible y fatídico 11 de marzo de 2004, día en que el terror golpeó a nuestro país como nunca lo había hecho».

«Invito a los ciudadanos a recordar no sólo a las víctimas de aquel brutal atentado, también a todas y cada una de las víctimas del terrorismo. La posición del Gobierno es que a las víctimas y a las familias les damos toda nuestra protección y nuestro respeto y el cariño y la cercanía de todos los ciudadanos españoles y, desde luego, del Gobierno», añadió.

La vicepresidenta primera aseguró que «a los terroristas nuestro desprecio más absoluto y el compromiso inquebrantable del Gobierno de que sobre ellos caerá todo el peso de la ley».

«A los ciudadanos de bien, que son la inmensa mayoría, nuestra mejor disposición para explicar y responder, informar y ofrecer todos los recursos del Estado que son los suyos para vencer a los terroristas», continuó.

Frente a la posición electoralista que imputó al PP, la vicepresidenta primera y portavoz del Ejecutivo aseguró que «este Gobierno siempre tendrá el mejor espíritu de consenso y dignidad para acabar con la violencia dentro del más escrupuloso respeto a la legalidad y a las instituciones democráticas, a todas».

El presidente del Gobierno acudirá el domingo al acto de inauguración del monumento a las víctimas del 11-M que presidirán los Reyes en Madrid.